¿Cómo Hwang In-ho logró ser el líder de 'El Juego del Calamar'?

Con más drama, tensión y sorpresas, la segunda temporada de 'El Juego del calamar' ha conquistado a audiencias globales desde su debut en Netflix. Tras el éxito de la primera, la serie retoma la historia con nuevos elementos, explorando más a fondo los orígenes y complejidades de sus personajes. Un aspecto clave de esta temporada es el regreso de Hwang In-ho. ¿Qué lo hizo tan relevante?

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El pasado de Hwang In-ho en 'El Juego del Calamar'

A través de sus revelaciones, la serie permite explorar no solo la vida del protagonista, Gi-hun, sino también los oscuros caminos que llevaron a Hwang In-ho a convertirse en la figura dominante de los juegos.

Antes de ser conocido como el temido Líder de los Juegos del Calamar, Hwang In-ho era un oficial de policía en Corea del Sur. Junto a su hermano menor, Hwang Jun-ho, formaba parte de las fuerzas del orden.

Sin embargo, su vida dio un giro inesperado cuando su esposa, gravemente enferma debido a una cirrosis hepática, necesitaba un trasplante de hígado urgente. En medio de la desesperación por salvarla, In-ho cayó en la corrupción, aceptando sobornos a cambio de favores.

Esta decisión no solo costó su carrera, sino que lo sumió en una espiral de deuda y desesperación, especialmente cuando la salud de su esposa empeoró. La trágica pérdida de su esposa, que estaba embarazada en el momento de su muerte, profundiza aún más el dolor que lo marcó, explicando en parte su futura frialdad y la ambigua moralidad con la que aborda su rol en los juegos.

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Hwang In-ho: de concursante a líder

En un giro inesperado, In-ho no siempre fue el Líder de los Juegos del Calamar. En 2015, participó en la edición número 28 del juego como el Jugador 132. Al igual que muchos de los concursantes, se encontraba en una situación económica desesperada, viendo en el dinero prometido por los juegos una salida a sus problemas.

Sin embargo, a diferencia de los demás, que buscaban la fortuna y la redención, In-ho no aceptó el premio simplemente como una solución a sus dificultades. Tras ganar, su deseo de poder y control lo llevó a acercarse a Oh Il-nam, el creador de los juegos, quien estaba gravemente enfermo debido a un tumor cerebral.

Este encuentro cambió su destino, y en lugar de disfrutar de su victoria económica, decidió unirse a Il-nam, buscando un propósito más allá del dinero: el poder.

El ascenso al poder de Hwang In-ho

El paso de In-ho de concursante a líder fue un proceso meticuloso. A lo largo de la segunda temporada, se revela que ganó la confianza de Oh Il-nam no solo por su capacidad para mantener el orden, sino por su habilidad para adaptarse a las reglas oscuras del juego.

A pesar de tener la opción de exponer los juegos y restaurar su posición como policía, In-ho eligió seguir adelante en lugar de buscar justicia o venganza. Este cambio de perspectiva marcó el momento en que In-ho dejó atrás la moralidad para abrazar una nueva visión del poder.

Para él, los juegos ya no solo eran una cuestión de sobrevivir, sino de encontrar un propósito superior, aunque esto implicara mantener las sombrías reglas que los regían.

La decisión de In-ho refleja cómo la tragedia y la desesperación lo llevaron a un camino diferente al de Gi-hun, quien, al optar por la justicia, se enfrenta a un destino opuesto. Ambos personajes representan dos caras de una misma moneda: mientras Gi-hun busca redención y venganza, In-ho elige el control y el poder, aún cuando eso signifique sacrificar sus propios principios