En Estados Unidos un perro pug fue el dolor de cabeza para su dueña tras haberse comido su anillo de compromiso que le había regalado su novio. Pero felizmente su dueña la llevó a un veterinario y se logró extraerle de su estómago el anillo.
De acuerdo a su dueña, Shelby Ann Perry, señala que por un instante se desprendió del anillo debido que se le enredaba el pelo mientras se peinaba. Luego a los pocos minutos se percató que su perro llamado Patrick estaba comiendo algo.
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Este hecho causó asombro en los cibernautas por la travesura del perro, y al poco tiempo se volvió viral este vídeo que fue publicado a través de Facebook.
"Le encanta la atención y a veces simula estar masticando algo para que lo persigan”, sostuvo Shelby.
Cuando su dueña iba de nuevo a colocarse su anillo, ya no lo encontró y sospechó de su mascota que podría habérselo comido al dejar el anillo a la mano. Temiendo lo peor, decide trasladarlo al consultorio de un veterinario para que lo atienda.
El veterinario para descartar si realmente se comió el objeto, le realiza al can una radiografía y los resultados fueron sorprendentes cuando en el examen se puede apreciar que el anillo estaba incrustado en su estómago. De inmediato se le hizo una endoscopia y lograron retirar el objeto.
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Tras la intervención médica, el perro salió sin mayores complicaciones. Sin embargo, la dueña se da cuenta que se había perdido dos piedras preciosas del anillo, generándole otra vez preocupación, pero después su novio lo encontró arrojado en el piso. Para su suerte, el aro contaba con garantía y se podrá sustituir las gemas más pequeñas.