En Twitter se vuelve tendencia la historia de una pequeña iglesia protestante en Holanda que lleva casi un mes sin parar de celebrar misa con el objetivo de proteger a una familia de refugiados armenios de ser deportados.
Por ley, a los agentes de policía en los Países Bajos no se les permite acceder a lugares de culto durante los servicios religiosos.
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Los reverendos de todo el país se están turnado para celebrar servicios en la Iglesia Bethel y evitar así que los funcionarios arresten a la familia Tamrazyam.
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Twitter compartió la historia de esta familia que lucha por su inminente deportación.
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