Jim Walker fue despedido de su empleo en el 2013 debido a la caída de ingresos y para evitar el duro trabajo por un pobre salario optó por seguir otra ‘profesión’.
Confesó que sentía la inmensa presión para conseguir audiencia y la constante ruleta en la que se encuentra tu trabajo.
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Por lo que decidió incursionar en el mundo del cine porno gay, y sus 44 años confesó que no extraña la esquizofrenia que sufría en el set de su ex trabajo entre cada corte.
Pero este radical cambio lo ha vuelto blanco de que mucha gente lo odie, sin embargo afirmó que se siente mal por aquellos que lo critican.
“Lo siento si los haters han decidido que los gays de más de 40 años han de mudarse a un barrio residencial, asentarse y jugar al bridge una vez a la semana. No planeo desaparecer silenciosamente”, sentenció.
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