Cáncer de tiroides y sus primeros indicios: estos son los síntomas que no deberás ignorar

El cáncer de tiroides, aunque puede sonar alarmante, es una enfermedad tratable si se detecta a tiempo. Uno de los desafíos más grandes para su diagnóstico temprano radica en la identificación de los primeros síntomas que afectarían tu salud, ya que a menudo son sutiles y pueden confundirse con otras afecciones.

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¿Qué es el cáncer de tiroides?

El cáncer de tiroides es una enfermedad que se desarrolla cuando las células de la glándula tiroides comienzan a crecer de manera anormal y descontrolada, formando un tumor. La tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en la parte frontal del cuello, justo debajo de la laringe. Produce hormonas que regulan el metabolismo del cuerpo.

¿Cuáles son las causas?

• Exposición a radiación: Personas expuestas a radiación en la cabeza y el cuello, especialmente durante la infancia, tienen un mayor riesgo.
• Deficiencia de yodo: En algunas regiones donde la ingesta de yodo es baja, el riesgo de cáncer de tiroides puede ser mayor.
• Historia familiar: Tener familiares cercanos con cáncer de tiroides puede aumentar el riesgo.
• Edad: Aunque puede ocurrir a cualquier edad, es más común en adultos jóvenes y de mediana edad.

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Lista de síntomas de cáncer de tiroides

• Un bulto en el cuello: Este es uno de los signos más comunes y puede ser indoloro.
• Cambios en la voz: Ronquera persistente o dificultad para hablar.
• Dificultad para tragar: Sensación de que algo se atasca en la garganta.
• Dolor en el cuello: Especialmente al tragar.
• Ganglios linfáticos inflamados en el cuello.
• Tos persistente: Sin causa aparente.
• Dificultad para respirar.
• Pérdida de peso sin causa aparente.

¿Cómo puede ser diagnosticado el cáncer de tiroides?

• Examen físico: El médico palpará el cuello para detectar cualquier bulto o anormalidad.
• Pruebas de sangre: Para medir los niveles de hormonas tiroideas y otras sustancias en la sangre.
• Ultrasonido: Una imagen del cuello para evaluar el tamaño y la ubicación del nódulo.
• Biopsia: Se extrae una pequeña muestra del nódulo para analizarla en el laboratorio y determinar si es cancerosa.