El término petting -también llamado en español magreo o faje- deriva del verbo inglés "to pet", y se trata de estimular hasta el orgasmo a la pareja mediante besos, mimos, caricias y tocamientos en el acto del sexo.
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El petting abarca mucho más que la masturbación o el frotamiento sobre el cuerpo de la pareja. Es combinar diversas técnicas para estimular la fantasía sexual, en palabras sencillas, calentar lo máximo posible a la pareja.
Cada día son más los jóvenes que experimentan con el petting o sexo sin penetración, que los libra del riesgo de un embarazo no deseado o alguna enfermedad de transmisión sexual.
Se puede comenzar con una suave caricia, con las manos en las lengua en zonas erógenas poco exploradas, como los lóbulos de las orejas, el cuello, la nuca y la parte interna de los muslo.
De la caricia se puede pasar a un masaje sensual, utilizando aceites aromáticos con propiedades afrodisíacas como el aceite de nuez moscada, de jazmín, pachulí, clavo y jengibre.
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Con la boca, además del sexo oral, se debe besar, lamer y acariciar diversas partes del cuerpo. Incluso está permitido colocar sobre la pareja alimentos como helados, crema pastelera o chocolate.
Como parte del juego y potenciar los sentidos se puede vendar los ojos de la pareja, mientras se recorre con la lengua su cuerpo.
Finalmente, friccionar el cuerpo de la pareja de manera sensual mientras se le besa o se estimula alguna otra zona erógena ayudará a maximizar el placer. Como plus se puede recurrir al lenguaje erótico para subir la temperatura.
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