Muchas veces nos topamos en la vida con situaciones que nos afectan racional y emocionalmente, pero no deben influir en nuestras actitudes. A veces nuestro comportamiento hace que tengamos diferencias irreconciliables con personas de nuestro entorno. ¿Cómo podemos revertir este problema?
En primer lugar, aprende a escuchar, deja de lado la necesidad de elaborar una respuesta inmediata para tu interlocutor.
Escuchar, significa comprender lo que nos dicen, sin tener que refutarlo.
Luego, cultiva la paciencia, permítete un tiempo antes de reaccionar y querer mostrar lo que crees. Piensa si es importante plantear tus ideas.
Si quieres que respeten tus ideas y creencias debes tener igual respeto hacia las ideas y los pensamientos de los demás. No importa si son descabellados o difíciles de comprender.
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