El aparato genital femenino se compone de dos partes: el útero, que alberga el feto en desarrollo, produce secreciones vaginales y uterinas y también sirve de conducto por donde pasa el esperma a las trompas de Falopio; y los ovarios, que producen los ovocitos o gametos femeninos.
LEA MÁS: Los símbolos de la Navidad: Los villancicos
La vagina es el canal que comunica los órganos externos con la vulva, que incluye los labios genitales, el clítoris y el meato de la uretra. La vagina está unida al útero a través de la cérvix, mientras que el útero está unido a los ovarios vía las trompas de Falopio. Si, durante el tránsito, se encuentra con el esperma, un espermatozoide puede introducirse y fusionarse con el óvulo, fecundándolo. Durante el proceso reproductivo, el óvulo libera determinadas moléculas que son esenciales para guiar al esperma.
Los principales órganos externos del aparato reproductor masculino son los testículos, el epidídimo, el pene y el escroto, el saco que envuelve los testículos. Los conductos deferentes y las glándulas accesorias son órganos internos. Los testículos producen espermatozoides y liberan a la sangre hormonas sexuales masculinas (testosterona). Un sistema de conductos que incluyen el epidídimo y los conductos deferentes almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través del pene.
En el transcurso de las relaciones sexuales se produce la eyaculación, que consiste en la liberación del líquido seminal o semen.
Revisa todas las noticias escritas por el staff de redactores de El Popular.