Tras la ola de ataques racistas que ha recibido la comunidad asiática en el mundo por consecuencia del brote del coronavirus, los ciudadanos chinos han iniciado una campaña en redes sociales denominada ‘Yo no soy un virus’, que busca acabar con el rechazo generalizado y evitar que se estigmatice a la comunidad.
"Soy chino, pero no soy un virus. Sé que todos temen al virus, pero sin prejuicios, por favor", escribió un joven asiático en Twitter añadiendo el 'hashtag' de la campaña.
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En Francia, un diario fue duramente criticado tras usar el titular “alerta amarilla” para referirse a la situación de China, haciendo alusión a la antigua metáfora racista de “peligro amarillo”, frase utilizada para generar miedo a la influencia asiática
Tras la publicación, los ciudadanos asiáticos-franceses iniciaron el movimiento ‘#JeNeSuisPasUnVirus o #ImNotAVirus (Yo no soy un virus)’, como una forma de expresar su descontento por los titulares de los medios franceses.
Los ataques van desde impedir el ingreso a establecimientos a todos los turistas chinos, insultos en redes sociales, burlas en la web por el consumo de carne de animales exóticos, hasta controles sorpresivos a trabajadores chinos en el extranjero.
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Los prejuicios se han esparcido en países como España, aunque en el territorio aún no se ha confirmado algún caso de infección. Los comerciantes chinos han informado que han notado un “bajón” en la clientela de hasta 50 personas menos por día.
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