En un hecho que ha conmocionado a la industria alimenticia y al público en general, una de las marcas de snacks más reconocidas a nivel mundial se ha visto obligada a declararse en bancarrota. La causa principal de esta drástica medida ha sido el escándalo desatado tras revelarse que la empresa ubicada en Estados Unidos, utilizaba mano de obra infantil en sus procesos de producción.
Esta compañía por contrato en Estados Unidos, que trabaja con marcas como, LuckyCharms y Cheetos, recientemente ha solicitado protección por bancarrota bajo el Capítulo 11. La radical decisión se llevó a cabo para reducir la deuda que tienen de $1.900 millones y reestructurar sus operaciones, según lo comentó Reuters. Además, se está llevando a cabo investigaciones relacionadas con el trabajo infantil en las fábricas.
Según la nota periodística, estos pequeños fueron reclutados a través de agencias de empleo externas que no habrían cumplido con las normativas de USA. También revelaron que ellos dormían en lugares insalubres, que prácticamente eran alojamientos improvisados y violaba todas las leyes de protección infantil.
“Las agencias de contratación externas fueron las que reclutaron a los trabajadores y no nos informaron sobre la presencia de menores”, manifestaron. Tras el fuerte golpe que ocasionó esta noticia, ellos debieron cortar lazos con estos colaboradores y volver a revisar sus prácticas de contratación para que así eviten situaciones similares que solo les han generado dolores de cabeza, ya que sufrieron el ataque de los medios de comunicación y clientes.
Periodista de actualidad, especializada en policiales y temas políticos. Graduada de la Universidad César Vallejo. Redactora web senior en El Popular. Interesada en temas relacionados a policiales, sociales, cine, baile, música, turismo, gastronomía y doblajes.