Pese a que son consideradas una violación de los derechos humanos y un acto de violencia contra la mujer, al menos 21 clínicas privadas de Reino Unido ofrecen “pruebas de virginidad” y “reparación de himen”.
De acuerdo a una investigación de BBC Newsbeat y 100 Mujeres, los controvertidos 'kits de descarte' se han convertido en un negocio redondo para el sector privado en el país europeo.
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Una prueba de virginidad es un procedimiento para determinar si una mujer o niñas es virgen. El examen implica la 'verificación' que determina si el himen es íntegro, sin embargo, son comercializadas sin ningún sustento científico.
De acuerdo a especialistas, las pruebas no son capaces de corroborar a ciencia cierta si una mujer ha tenido o no relaciones sexuales, no obstante, en Reino Unido se comercializan desde US$200 a US$400.
En una entrevista para BBC Newsbeat, una mujer víctima de matrimonio forzado brindó su testimonio sobre los abusos y humillaciones a los que fue sometida a muy temprana edad.
“Un día, un anciano de la comunidad me vio con mis amigos y le dijo a mi mamá que uno de los niños era mi novio, lo que generó numerosos rumores. Había mucho rumores en la comunidad al respecto”, le contó a Newsbeat.
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“Mis padres y la familia del hombre con el que querían que me casara dijeron que tenía que hacerme una prueba de virginidad para demostrar que todavía era virgen para que el matrimonio pudiera seguir adelante”, recordó.
De acuerdo a información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 20 países practican 'test de virginidad', práctica que a la fecha es catalogada como discriminación de género por ser humillantes y traumáticas para las mujeres.
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“No hay pruebas de que ninguno de los dos métodos pueda probar si una mujer o niña ha tenido o no relaciones sexuales vaginales, y aunque siguen siendo comunes en al menos 20 países, no tienen relevancia médica”, afirmó la OMS.
Según datos del organismo de las Naciones Unidas y ONU Mujeres, la mayoría de estas pruebas se realizan en países de Asia, Medio Oriente y en el norte y sur del continente africano, pero también se han identificado casos en Bélgica, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Jamaica, Países Bajos, Reino Unido y Suecia.