Hermana menor de Alejandra Baigorria revela INDIGNANTE REACCIÓN de sus familiares ante agresiones de Verónica Alcalá: "Adultos que normalizan..."

Thamara Medina, hermana menor de Alejandra Baigorria, compartió un desgarrador video denunciando que su madre, Verónica Alcalá, la agredió de la peor desde que era una niña de forma física y psicológica por sus problemas con el alcohol. Tras ello, la joven de 23 años sorprendió al revelar que todos sus familiares sabían de la situación y tuvieron indignante reacción.

PUEDES VER: Hermana menor de Alejandra Baigorria DENUNCIA VIOLENCIA de Verónica Alcalá, su madre, en DESGARRADOR video: "Golpes, gritos e insultos..."

Hermana menor de Alejandra Baigorria revela indignante reacción de sus familiares

Thamara Medina, hermana menor de Alejandra Baigorria, reapareció leyendo una desgarradora carta que ella misma escribió narrando los episdios de violencia que vivió con Verónica Alcalá, su madre, desde que era pequeña.

Luego de agredirla en la boda de la guerrera, la joven dio a conocer que, desde muy pequeña y por sus problemas con el alcohol, su madre nunca la protegióy la violentó de todas las formas: agresiones físicasy psicológicas que hicieron de ella una personas llena de traumas que normalizó dichas actitudes al no tener apoyo de sus familiares.

Thamara dio a conocer que su entorno sabía perfectamente y vieron las violencia de su madre hacia ella, aunque tuvieron indignante reacción al burlarse y no denunciar el hecho, incluso, a normalizar dichas acciones que dañaron profundamente su infancia. ¿Alejandra Baigorria está incluida?

"A veces habían muestra de afecto pero estaban envueltos en el olor del alcohol, en violencia o la indiferencia más cruel. Esa niña vivía rodeada de adultos que normalizaban lo normal, hacían bromas cuando ella lloraba y miraban a otros lados cuando surgían los momentos más violentos. Creció viendo golpes, gritos, insultos y personas que velaban por sus intereses. Aprendió que el amor debía doler y el silencio era una forma de proteger (...) Creció escuchando que exageraba, que la violencia no era tan grave y de eso no se hablaba", dijo.

Tras ello, Thamara también empezó a normalizar dichas actitudes y adoptó una personalidad violenta. "Aprendió a callar, a hacer chistes con dolor, a dormir con miedo, sonreir, aunque por dentro todo se apagaba. Que si su madre la decepcionaba era porque era suficiente, que si le gritaban era porque algo estaba haciendo mal.Vivía en estado de alerta constante. nunca pudo descansar tranquila, un día ya adolescente, se convirtió en un eco de lo que vivió, copió patrones, repitió gritos, eligió vínculos que le recordaban el dolor, creía que eso era la vida y la felicidad era para otros".