Ducelia rompe en llanto al hablar de su CAMBIO de VOZ y hace sensible confesión: "Si Diosito quiere llevarme"

La conocida influencer Ducelia Echevarría tomó la decisión de confesarse en el temido sillón rojo y por primera vez revelará datos inéditos sobre su vida privada. Sin embargo, la exchica reality dejó con la boca abierta a muchos al llorar desgarradoramente mientras se pronunciaba sobre su cambio de voz, situación que le causó mucho dolor.

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¿Qué dijo Ducelia Echevarría sobre su cambio de voz?

En un reciente avance de lo que se verá en El Valor de la Verdad, este próximo domingo 25 de mayo, se mostró nuevas declaraciones de Ducelia Echevarría. Según se pudo conocer, la empresaria peruana se quebró al momento de referirse sobre su cambio de voz que generó reacciones en toda la farándula peruana.

No obstante, la exintegrante de Esto es Guerra dejó en shock a muchos al admitir que quería ser cantante. "Lo que me pusieron hizo que me cambie la voz... porque mi sueño era ser cantante. O sea, yo soñaba, yo cantaba, no muchas veces lo cuento a nadie", contó ante las cámaras.

Luego, se escucha que Ducelia Echevarría hace una sensible confesión que causó preocupación. "Decía: 'Sí Diosito quiere llevarme, llévame no'. Mi vida no tenía sentido en ese momento, solo pensaba en deslizarme y caer. No sé si está bien que este contando esto", reveló.

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Ducelia Echevarría revela que vivió una dura crisis económica en Lima

Meses atrás, Ducelia Echevarría conmovió a al contar que, al llegar a Lima desde su ciudad natal, enfrentó una fuerte crisis económica mientras estaba embarazada de su hija. En una entrevista, recordó que ganaba apenas 950 soles mensuales y que tuvo que arreglárselas con muy poco para cubrir las necesidades básicas. Sin embargo, destacó que en ese momento difícil conoció a sus mejores amigos, quienes la apoyaron de forma desinteresada.

“Me dieron ropa, zapatitos y cosas que hasta ahora tengo guardadas”, expresó.Además, relató que vivía en condiciones complicadas, ya que su vivienda estaba infestada de insectos que invadían su comida. “Cuando regresaba de trabajar y dejaba mi arroz, encontraba cucarachas en la olla. En muchas oportunidades no he tenido para comer”, confesó. Incluso reveló que pagaba 400 soles de alquiler, pero debido a la precariedad de su situación, tuvo que negociar una rebaja a 350 soles para poder subsistir.