Kim Kardashian junto a Scott Disick son dos fenómenos bien conocidos que frecuentemente permanecen en el ojo público respectivamente. Sin embargo, los dos ahora están siendo demandados por supuestamente promover una lotería en 2020 y no otorgar ninguna recompensa.
Kim y Scott presuntamente organizaron el sorteo en el que el ganador recibiría $100,000 y dos boletos de primera clase a Los Ángeles, (Estados Unidos), según la demanda colectiva obtenida por el medio TMZ. Al premiado también se le otorgaría una estadía de 3 noches en Beverly Hills y la oportunidad de “comprar como Kim Kardashian”.
De acuerdo a la denuncia, la lotería de 2020 fue un fraude. El objetivo real del supuesto juego era que las estrellas trabajaran con Curated, una empresa de Australia que también está siendo cuestionada por intercambiar información personal con los anunciantes.
En el oficio legal, se dice que se declararon los ganadores, pero las páginas de Instagram de los "victoriosos" pronto se hicieron privadas y los demandantes se muestran escépticos de que todo esté como debería ser. Asimismo, las fuentes de los que expusieron el caso, señalan que hay una conexión directa con la compañía australiana, que hablaron con el medio y dijeron que todos los ganadores son auténticos, han recibido sus premios y que tienen los documentos adecuados para demostrarlo.
“(Los concursantes) son invadidos por cientos de anunciantes, algunos de los cuales solicitan a los demandantes contenido potencialmente ofensivo y no deseado”.
En la demanda, Kim, Kendall Jenner, Kris Jenner, Kylie Jenner, Khloe Kardashian, Kourtney Kardashian, Sofia Richie, Gretchen Christine Rossi y Christine Quinn estaban entre las personas influyentes que ayudaron a promover la lotería después de que Scott la publicara en su Instagram.
Finalmente, la denuncia busca más de $20 millones de cada acusado, aunque solo se menciona específicamente a Kim y Scott, así como a la empresa australiana.
Una edición de la revista Star, reveló que el cantante Kanye West tuvo que lidiar con lo que significaba finalizar su matrimonio con Kim Kardashian y entender que la “obsesión por la fama de Kim, lo destruyó”.
“Kanye se arrepiente de quedarse tanto tiempo como lo hizo”, ya que su expareja “lo trató como basura durante años”. Él se hartó del entorno y mundo en el que ambos vivían. Todo el famoso clan mediático está “rodeado de drama constantemente y está enojado consigo mismo por quedarse atascado en ese mundo ridículo”, expresó un informante.
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