Joaquín Sabina sufrió traumatismos en la cabeza, el pecho y un hombro tras haber tenido una fuerte caída en el escenario cuando daba un concierto el pasado miércoles junto a Joan Manuel Serrat en Wizink Center de Madrid, en España.
El cantante, que fue sacado en camilla del escenario, volvió a salir en una silla de ruedas empujado por el intérprete de “Cantares” para despedirse del público y pedir disculpas por la cancelación del show.
El parte médico asegura que la situación del artista “es estable tras haber sido intervenido quirúrgicamente por un hematoma intracraneal”. El próximo parte médico será dado a conocer en 24 horas.
Agregó que en el momento del accidente, “Joaquín quería seguir el concierto. Fueron los médicos los que le dijeron que no, porque estaba en un estado de euforia propia de quien está ante 15.000 personas actuando”, añadió su familiar.
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Minutos antes de conocerse esta información médica, el vocero de Sabina había dicho que su estado “no es grave”, y que todo salió “muy bien”. El cantante permanecerá 48 horas más en observación.
Como se sabe, Sabina cumplió el miércoles 71 años. Peculiarmente, lo primero que ha hecho tras la operación fue pedir un cigarro, explicó un familiar, quien se encontraba con él en ese momento.