Melcochita se encomienda a Jesús en Semana Santa

Tiempo de reflexión. El popular sonero y cómico Melcochita carga su cruz con hidalguía. Admite que era necesario que Dios le ponga algunas pruebas para ordenar su vida.

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En estos días de Semana Santa, él reflexiona y asume que es momento de ser mejor humano y perdonar a las personas que lo han traicionado. 

–Semana Santa, tiempo de reflexión y para hacer un mea culpa.

–Estos días son de paz. Doy gracias a Dios porque tengo una familia sana, eso es lo más importante.

–Me imagino que han sido tiempos difíciles para ti por el accidente automovilístico en el que estuviste involucrado.

–Dios manda pruebas difíciles, a mí me las envió. Quizás porque necesitaba un jalón de orejas. No quiero renegar, ni quejarme de nada. Dios te quita y también te da, para probar si crees en él.

–¿Qué mensaje le dejarías a las víctimas del accidente y a sus familiares?

–Les he pedido perdón a las persona que les causé daño de manera involuntaria. También a sus familiares. En años anteriores lo he tomado como vacaciones los días feriados de Semana Santa, ahora me voy con una tonelada de ayuda para los damnificados de Sullana.

–¿Eres de recorrer las siete iglesias?

–Sí, todos los años, pero ahora decidí viajar para seguir apoyando a las víctimas de la furia de la naturaleza.

–¿Tú crees que estamos cerca del fin del mundo?

–Por supuesto, acaso no vemos a diario tantos crímenes, tantos hijos que no respetan a su mamá y hasta le pegan. Asesinos que descuartizan a sus víctimas. Considero que Dios está mandando señales de arrepentimiento a la Tierra.

–Justamente vas hacer de sacerdote en una película...

–La cinta se llamará Gemelos sin cura, es un filme que va dar mucho que hablar. Ahí hago dos papeles, el de un tímido cura de pueblo y un frustrado cantante de cantina.

–Si tuvieras a Jesús al frente, ¿qué le dirías?

–Le pediría por la salud de mis hijas y un hogar unido. Que no haya más conflictos en mi familia. Que todos mis hijos estén unidos, lo más importante es la tranquilidad, no tanto el dinero.

–¿Has perdonado a tu hijo Pablo que se portó como Judas?

–Yo perdono a todos.  Considero que errar es humano. Incluso, hasta me pongo a orar por todos mis enemigos para que su corazón se ablande.