Armando Arango Guerrero
No fue un clásico normal. El derroche de fuerzas por un lado y el amor propio del otro terminaron por emparejar el choque más esperado del país.
Alianza lo empezó ganando con una genialidad de Trujillo y la “U” lo empató con un centro traicionero de Juan Pablo Pino.
Es que los clásicos son así, hecho a la medida de los vivos.El resultado favorece más a la “U” que a Alianza, pues los cremas siguen segundos y los íntimos fuera de los cuatro que pelearán por el título.
En el primer tiempo la “U” con Pino, Gómez y Polo empezó con mayor ritmo ante un Alianza cauto.
Pino a los 2’ arrastró la marca de dos rivales y de taco habilitó a Gómez, que le pegó mal.
Pero un clásico sin emociones no es un clásico, por eso a los 10 y 11 minutos los hinchas terminaron con el corazón en la boca.
Es que Pajoy no hizo mucho para ganarle en velocidad al uruguayo Rodríguez y frente a Cáceda sacó un remate defectuoso.
En la siguiente jugada, Gómez inició un contragolpe y habilitó a Polo, que ante la salida de Butrón lo eludió con facilidad. El crema quedó frente al arco pero la falló.
Y cuando se jugaba los 43’ llegó el gol de Alianza. Luis Trujillo lanzó un tiro libre al primer palo de Cáceda, que se la comió.
En el complemento, Alianza intentó liquidar el encuentro, aprovechar el bajón anímico de la visita, pero erró en la definición.
La más clara fue una de Pajoy a los 7’ tras una buena habilitación de Montaño.
Sin embargo, la “U” llegó al gol a través de los pies de Pino. El crema mandó un centro para Rengifo (15’) pero el goleador no llegó y el balón terminó por colarse en el arco de Butrón.
Hubo un gol de Rengifo, pero fue anulado por posición adelantada y el marcador no se movió.
Alexis Gómez desató toda su furia tras ser cambiado en el complemento. “¿Por qué yo?, ¿por qué siempre yo?”, le preguntó la Hiena a Mauro Cantoro mientras tiraba su chimpún en el banco.
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