Atrás quedaron las grandes celebraciones. Ayer la Señito apagó 53 velitas y dijo que en su vida existe un antes y un después, tras la aparición de Dios.
“Quiero dar las gracias por el día que estoy viviendo, gracias por el amor que me hacen sentir”, sostuvo.
Contó que temprano se reunió con las personas que ama. “Mis amigos me dieron una sorpresita con tortita y todo, gracias Mica. Son una bendición en mi vida”, dijo.
Prosiguió: “Luego en mi casa me esperaban mamá y algunas personas especiales y queridas. Mi hermana me envió el desayuno y hasta hay gente que se toma el tiempo de twittear y enviarme saludos, soy feliz y agradecida”.
Manifestó que ahora todo es distinto y si a algunos les parece huachafo o cucufato, no puedo hacer nada.
“Dios lo ha hecho y puedo ver un antes y un después de él, en mi vida, gracias Señor. Para mí no siempre fue así, y es que hace varios años sentía un vacío que me dañaba. Y pude sentir a mi Padre cambiándolo todo, llenando mi vida”, finalizó.
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