Andrea Llosa: “No me creo mejor que nadie, solo cuento mi historia” | ENTREVISTA

Andrea Llosa se muestra como realmente es en el libro Manual para decir ¡Nunca más!. Cuando sufrió por amor, sí, la periodista aguerrida, contestaría, la que saca cara por mujeres sufridas en sus programas, también fue dependiente emocional alguna vez. Los fracasos amorosos le sirvieron para decir nunca más y ubicarse en el mundo, pues antes también era negada para los trabajos, no duraba en ningún oficio, hasta que ingresó a la televisión, donde descubrió finalmente que era buena para algo.

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—Andrea, ¿cómo te animaste a escribir Manual para decir ¡Nunca Más!?

Fue Pablo, mi pareja, quien me animó, y comencé a escribir, pero me dije: ¿y por qué no escribo mi historia? Todo lo que escribo en el libro es real: mis amores, traiciones, mis fracasos, infidelidades, mis trabajos. Me comenzó a salir las historias, ahí empezó esto, sin querer terminó en 12 capítulos. No creo ser mejor que nadie, ni quiero escuelear a las mujeres, solo me dije: si cuento mi historia, pero de lo que me pasó a mí de verdad, puede ser que la gente se acerca a mí, contando tus fracasos, siendo más honesta.

—Cuentas que te agarran a pedradas, pero también que agarrabas a puños de niña.

Sí, yo me iba a los puños desde pequeña, nunca dejé que otros niños me agarren de punto. Nunca permití que me digan no, era contestaría, saqué el carácter de mi padre.

—Tu padre quería que seas hombre, ¿es cierto eso?

De hecho, quería que fuera hombre al inicio, pero salimos cuatro mujeres. Él era de la FAP y aprendí de él su carácter fuerte. Salí mechadora, bronquera, defendía a mis amigas en el colegio. Hasta una vez, ya de grande, pero antes de ingresar a trabajar en televisión, en un tipo trató mal a un vigilante en una discoteca y yo lo defendí, le fui a los puños. Era loca (risas).

—Tu casa era un matriarcado.

Claro, imagínate lo difícil, incluso para mí. Yo rogaba que mis hijos sean hombres, otra mujer más en mi vida, no, por favor. Las mujeres somos mucho más complejas, es la verdad. Los hombres son más prácticos, más básicos, debo decirlo, es la verdad, sin ofenderlos. Pero luego que nací yo, mi papá quería que todas sean mujeres; era muy apegado a nosotros, amoroso.

—En el libro también hablas de la relación que tienes con tus hijos.

Sí, yo era recontra celosa con mi papá, celosa en general, pero con mis hijos no soy tan celosa porque no me conviene. Astutamente no me conviene ni estratégicamente ser celosa, sino más acercarme a la mujer o a sus parejas. Ellos vienen y me cuentan, además, si ellos buscan una pareja, debe ser por qué algo bueno deben tener las chicas.

—Hoy destacas en la conducción, ahora lanzas tu libro, pero antes no durabas en ningún trabajo.

Es verdad (risas) fui cajera de banco, siempre faltaba plata y siempre le descontaban. Fui aeromoza y me dormía en el baño, hasta fui candidata a Miss Perú, como Miss Ucayali. Imagínate, quería ser reina de belleza, solo se me ocurrió a mí a los 19 años.

—Muchos te ven como la mujer empoderada, pero pocos saben que también fuiste dependiente emocional.

Sí, era muy dependiente emocional. Yo me he enamorado, me han engañado, me han sacado la vuelta también. Eso pasó con el chico Dario, que cuento en el libro, al poco tiempo de conocerlo me fui con él fuera del país, pero no porque lo haya querido, ósea me gustaba, pero era para desquitarme de un ex. Cuando yo creía ser la firme, me llegue a enterar de que era la otra y él me choteó olímpicamente, había pisoteado mi amor propio. Y lo cuento porque de los fracasos también se aprende. En su momento me sentí mal.

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—¿Es cierto que no querías hacer televisión?

Yo rescribía crónicas en un diario local, estaba contenta con mi chamba, había jurado que nunca haría televisión. Hasta que un día una colega me pide unos datos de un caso y me pasa la voz para un trabajo en televisión. Yo fui por cumplir, un amigo me llevó en moto, con jeans rotos y casaca de cuero. Tenía mis notas de periódico envueltas en el bolsillo. Me dije, ni a vainas me aceptan, pero una persona me dijo: vas a ser la conductora de un programa de rock (risas). Finalmente, no sé por qué, me tenían fe, por mis crónicas que les gustaron. Ahí recién me di cuenta de que era buena para algo.

—¿Este libro está solo dirigido para las mujeres?

Muchos podrían decir que sí, pero también tiene algo de lúdico, creo que es fácil de leer. Es una historia que puede motivar a muchas mujeres de a pie, porque yo alguna vez también estuve en los zapatos de aquellas que nos fallaron y sufrimos por amor, pues toco temas que afectan a todas las mujeres y las he vivido en carne propia. Mi libro es un manual para que se empoderen. No digo que soy la mejor, sino que también la pasé mal.

—Finalmente, mañana presentas tu libro en La Feria Internacional del Libro.

Sí, el domingo 3 de agosto presento oficialmente Manual para decir ¡Nunca más!, de la editorial Planeta, en el auditorio César Vallejo. A las cinco de la tarde presento mi libro y espero que sea del gusto del público.