Por Jorge Páucar
La relación entre Angie Arizaga y Nicola Porcella acabó hecha añicos, después que se destaparon los maltratos físicos y psicológicos del ex capitán de las Cobras. Unos audios sacados a la luz por Ángelo Lazo, ex amigo íntimo de la negrita, revelaron el infierno que vivía la modelo al lado del ojiverde. Luego de algunos meses de separación, ahora aseguran que no descartan una reconciliación.
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Más de uno debe estar sorprendido que sea la propia Arizaga la que deje entrever un amiste. “Hemos sufrido mucho pero también pasamos cosas bonitas. Fueron tres años juntos y no puede acabar así, cada uno por su lado”, expresó ella. Porcella tampoco se quedó atrás. “Hubo cariño y amor”, afirmó el ojiverde.
Muchos dan por hecho que volverán, pero, ¿deben regresar realmente?, ¿es saludable que lo hagan?, ¿han superado sus heridas? El comportamiento de ambos después del adiós deja muchas dudas en cuanto a si lo más conveniente para ellos sea retomar su romance. Una cosa es lo que te dice el corazón y otra la razón.
Semanas después que terminaron ambos fueron vistos saliendo con otras personas. Nicola fue ampayado en varias oportunidades con más de una jovencita en discotecas o a la salida de shows. Angie, por su parte, tuvo un corto romance con un chico llamado Alfredo Zúñiga. Eso de un clavo saca a otro clavo no le funcionó.
La negrita nunca terminó por contar toda la verdad de su relación, las veces que habló del tema más parecía querer limpiar la imagen de su ex. Él tampoco hizo un mea culpa verdadero. Se disculpó, es cierto, dijo que se equivocó pero jamás admitió que la golpeó. En público, Angie jamás habló de golpes, aunque su entonces abogado, Luis Tudela, sí confirmó que ella reconoció la agresión. En cámaras y ante los periodistas siempre fue ambigua.
Si quieren regresar, deberían evaluar bien cuál fueron las causas que los separaron, tomar conciencia de ello y reflexionar si curaron efectivamente sus heridas como para intetar aproximarse. Hasta ahora no dan señales de haber dado los pasos correctos.
También hay que preguntarse si la modelo realmente ama o siente aún algo fuerte por el ex guerrero. Tal vez solo sea una dependencia emocional o apego, un sentimiento muy frecuente afirman los psiscólogos en las parejas que atraviesan este tipo de problemas. Usted amigo cibernauta, ¿qué opina?
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