Después del largo calvario que vivió tras la muerte de su esposa, Edita Guerrero, el odontólogo ha vuelto a respirar cierta tranquilidad.LEA TAMBIÉN: Edita Guerrero: fiscal solicita 8 meses de prisión para su hermano
No olvida a su pareja y tampoco los 75 días de infierno que vivió en la cárcel Río Seco, en Piura.
“Mi hermano está tranquilo. Después de un año complicado, él solo quiere estar con sus hijos, y ahora está disfrutando con los dos (Valentino y Valeska)”, refirió su hermana Karim Olórtiga, pues Paul aún no ha querido volver a hablar con la prensa en estos dÍas.
TODOS LE REZAN
En casa de los Olórtiga, las fotos y los cuadros de Edita reposan como un santuario para la familia. Su imagen permanece en varios ambientes.
Sus cuñados le rezan. Hace unos días, Leoncio Olórtiga contó que Edita intercedió para que su padre salga de la unidad de cuidados intensivos, cuando todos sus hijos esperaban un desenlace terrible.
“Ella (Edita) siempre está en nuestras oraciones”, manifestó.
Reveló que le rinden una devoción especial a la foto principal de la cantante, ubicada en el cuarto de los padres de Paul, donde también hay otras imágenes de santos, a quienes les piden por el bienestar familiar. La imagen está en medio de un altar.
SUS HIJOS LA VENERAN
Leoncio contó también que los pequeños Valentino y Valeska tienen siempre presente a su mamá, a tal punto que le piden a sus tíos o sus abuelos les alcancen los cuadros y los retratos para poderla admirar.
También piden ver los videos de sus conciertos o eventos familiares en DVD.
El hijo mayor de Edita, Valentino, parece haber heredado el talento artístico de su madre.
Según su tío Leoncio, Valentino muestra sus dotes en el baile cada vez que escucha música y en las reuniones familiares. Además suele sacar notas musicales en un órgano que le regaló su madre.
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