Roberto Gómez Bolaños: el adiós a un grande

Fue imposible no llorar. Fue inevitable un desborde de sentimientos encontrados en la última despedida a Chespirito. 

Tristeza, alegría y nostalgia se agolparon en millones de televidentes y miles de concurrentes que, con el corazón encogido, se sumaron al homenaje póstumo que le dieron en el Estadio Azteca.  

Fue un domingo histórico para México y para el humor de Latinoamérica. 

Ningún fan apareció de negro riguroso. Disfrazados como chavitos del 8  y chapulines colorados, innumerables niños acudieron al coloso para darle el adiós a su héroe.  

Entusiasmados con sus antenitas de vinil, pero con un vacío en sus corazones, los pequeños portaron los colores de los personajes de don Roberto Gómez Bolaños.

Fueron ellos los más pintorescos en el inmenso mar de seguidores que también salieron de sus casas para agradecer al comediante que los marcó de niños durante cuatro generaciones.   

EL EJÉRCITO COLORADO

¿Y ahora quién podrá sacarlos de su pena? Más de 60 pequeños chapulines colorados acompañaron el féretro del héroe cuando este dio la vuelta olímpica en la cancha sobre los hombros de seis cargadores y al ritmo melancólico de una orquesta de mariachis.  

La escena fue tan conmovedora, que al verla su viuda Florinda Meza se quebró en llanto inconsolable durante más de 15 minutos en la última parte del velorio multitudinario. 

El Estadio Azteca fue el epicentro de mil emociones cuando luego de la misa de cuerpo presente, un grueso grupo de niños de Televisa y coro de pequeños de México, también fieles y vestidos de chapulines y chavitos, cantaron Las Golondrinas y dejaron luego volar las palomas que llevaban dentro de unas cajitas.  

Pi, pi, pi. Doña Florinda tampoco logró controlar sus lágrimas. Afectados se les vio también a los hijos de Chespirito, que llevaban camisetas rojas del Chapulín con un corazón amarillo y las letras CH en el pecho. 

Momentos antes, la misa fue oficiada por monseñor Diego Monroy que resaltó la nobleza y bondad de Gómez Bolaños. 

¡CHAVO!, ¡CHAVO! 

Con una canción que entre sus letras dice “Chespirito gracias por siempre” y al grito de “¡Chavo, Chavo!” desde las tribunas, el cuerpo de don Roberto fue recibido  en el Estadio Azteca poco antes de la una de la tarde. “¡Se ve, se siente, el Chavo está presente!”, gritaron miles de asistentes luego de corear urras a Chespirito. 

El féretro fue recibido por otros niños vestidos del héroe del chipote chillón y luego colocado en el centro de la cancha, en medio de dos gigantografías del rostro de Gómez Bolaños. En tanto, en dos pantallas gigantes pasaron algunos videos sobre su vida y los personajes que creó.

PERUANOS PRESENTES

En medio de la multitud, varios peruanos acudieron a la histórica despedida.  Entre ellos se observó a una joven peruana con atuendo completo del Chavo del 8 y portando la blanquirroja en los exteriores del coloso.

EL CORTEJO ROJO 

En horas de la mañana, el cortejo fúnebre del ídolo también fue emotivo. A su salida de las instalaciones de Televisa, en San Ángel y durante el trayecto por las calles rumbo al estadio, el féretro del Chavo recibió unas olas de cariño.  Le arrojaron papelitos de colores a su paso, le lanzaban flores blancas y decenas de peatones le tomaron fotos con su celular. El tráfico se paralizó para darle paso a este cortejo rojo.  

El ataúd fue transportado sobre una plataforma roja  llevada por un carro forrado del mismo color. Era una carroza descubierta, en la que el féretro estaba dentro de una cabina triangular hecha de cristal y junto a figuras del Chavo y Chapulín. En el cielo, Chespirito debe sentirse abrumado por tremenda despedida que le hicieron ayer. 

EL PANTEÓN FRANCÉS

Tras el homenaje póstumo que se prolongó por tres horas, el féretro de Chespirito regresó a las instalaciones de Televisa. Informaron que será sepultado en el panteón francés, donde descansan algunos héroes de la revolución mexicana. 

Al cierre de la edición, la prensa mexicana no sabía con certeza el día y hora del sepelio.