Carlos Lara Porras
Carlos Daniel Jurado, muy querido y recordado en el Cusco por su trabajo al frente de Cienciano, estuvo de visita en Lima. El Viejo, quien por ahora radica en España, está al tanto del día a día del Papá y es voz autorizada para hablar de la problemática del club cusqueño.
—¿Qué fue de su vida, profesor Jurado?
—Después del 2012, cuando estuve en Cienciano por última vez, me fui a trabajar como director deportivo en el Xelajú de Guatemala. Ahora último volví a Alicante, España, donde está mi casa, y a la vez aprovechando para asistir a cursos de capacitación y ver entrenamientos de clubes españoles.
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—¿Hubo alguna chance de volver a dirigir en Perú?
—No, pero me gustaría volver a trabajar en Perú, que es mi segunda patria. A esta altura de mi vida lo importante es estar y trabajar en un lugar donde uno pueda ser feliz y Perú es como mi casa.
—¿Qué significa Cienciano para usted?
—Cienciano forma parte de mi vida, ojalá algún día haya la posibilidad de volver. Le deseo lo mejor a Duilio Cisneros, a quien no tengo el gusto de conocer, pero gente amiga me dio buenas referencias de él y me dicen que es un entrenador de proyección. Le deseo lo mejor.
—¿Sigue a Cienciano a la distancia?
—Siempre y el año pasado vi el cuadrangular final (de la Segunda) y sufrí ver cómo se escapó la chance de ascender en el último partido.
—¿Qué percepción tiene de lo que pasa con Cienciano?
—Los técnicos que llegan a Cienciano tienen esa presión de ascender y eso pasa factura, porque no todos los jugadores logran soportar esa presión.
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—Antes Cienciano tenía jugadores cusqueños, hoy hay pocos, ¿qué cree que pasa?
—Una de las cosas más peligrosas que se puede perder es la identidad. Cienciano tiene una identidad propia, un equipo aguerrido, guerrero, que nunca se da por vencido y querer cambiarle su forma de juego es complicado.
—Usted descubrió a Ccahuantico.
—Siempre me gustaba ir a ver la Liga de Cusco y fue en uno de esos partidos que lo vi y hablé con Juvenal Silva para traerlo. Soy de la idea que Cienciano es de los cusqueños y en el equipo deberían haber varios jugadores de Cusco. A Miguel Villalta y Christian García, cuando tenían 16 años, los llevé también a Cienciano, en el que se hicieron jugadores profesionales.
—¿Qué recuerda de su paso por Cienciano?
—El 2001 clasificamos por primera vez a la Copa Libertadores, luego Ternero consolidó al club ganando la Copa Sudamericana y la Recopa. Después ganamos el Apertura 2005 y en ambas campañas ganamos todos los partidos como local.
—¿Qué siente que Juvenal Silva sea resistido hoy por la hinchada?
—Lo de Juvenal se magnificó, porque luego otras personas endeudaron más al club, pero no fue que lo quisieran sino por circunstancias. A veces los dirigentes se ciegan y quieren competir con los grandes clubes y se salen del presupuesto.
—¿Es cierto que Mario Kempes, a quien dirigió en Hércules, le pidió jugar en otro puesto?
—Kempes ya estaba casi retirado del fútbol y le dije que me dé una mano en el equipo, aceptó, pero me pidió jugar de “10” y no de “9” para que no lo agarren a patadas. Le fue buen bien y de ahí se fue a Austria. Un gran jugador.
—Gracias por su deferencia y ojalá podamos verlo de nuevo dirigiendo en el Perú.
—Esperemos que se dé la posibilidad. Espero que Cienciano pueda lograr el ascenso y que la hinchada tenga paciencia.
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