La procesión va por dentro para don Víctor Sotomayor, el popular Tío Francella, a quien, a sus 71 años, le cuesta asimilar el dolor por el descenso de su amado Deportivo Municipal.
El hincha fiel de la Franja y asistente infaltable en los cotejos de sus colores, confiesa que no deja de llorar por el desastre que ocasionaron las últimas dirigencias y que acabaron en un nuevo descenso, pero confía que la Academia retornará, quizá más temprano que tarde.
—¿Ya asimiló el luto por el descenso de su querido Muni?
—Hasta ahora sigo apenado por mi Muni, hasta que no finalice el campeonato no me hago la idea que haya descendido. Espero que la FPF abra su corazón y nos devuelva los puntos que se perdieron en mesa. Jugando bien, cuesta creer que haya bajado.
—¿Quién es responsable de este desastre?
—Todas las dirigencias han sido malas desde que ingresó Vega, quien luego le regaló la presidencia a Reggiardo y después regalan por 12 años al club a Edificaciones Inmobiliarias, fue peor, se llevaron la plata. Astudillo agarró al club a la loca y lo hundió peor. Ahora se han quedado mudos los dirigentes. ¿Dónde están Arias y Olcese? No se sabe nada del club.
—Olcese, antes de ser presidente criticaba a los jugadores como comentarista.
—Todo son intereses creados, así como algunos socios e hinchas y dirigentes que buscan todo para ellos, no como yo, que con mi plata, viajo por todo el Perú para alentar a la Franja.
—Perdieron 12 puntos en mesa y se fueron 12 jugadores.
—Se fueron porque no les pagaban y tenían que buscar lo mejor para ellos. Astudillo desapareció, siendo amigo de Lozano, pudo hacer algo para que la FPF brinde facilidades al club.
MAR DE LÁGRIMAS
—¿Qué hacía en Chile cuando Municipal se jugaba la vida?
—Mi hijo radica en Chile y me compró pasajes para que lo visite. No quería ir porque sabía que se le venía un fixture bravo, pero mi esposa me presionó y mi hija me llevó al aeropuerto. No podía hacer nada. Si no viajaba, ese boleto aéreo se perdía.
—¿Y cómo vivió el descenso?
—Cuando jugaba Muni me reunía con un grupo de amigos que son hinchas de la Academia y sufríamos y llorábamos. Esa derrota sobre el final con Huancayo me la pasé llorando, tras tanto resistir nos ganaron sobre el final.
—¿Y ahora qué le dicen en su casa?
—Desde que me botó mi esposa de la casa, sigo viviendo en un cuarto alquilado. Hasta ahora no me perdona que me escape para viajar a provincias y seguir a Muni, pero se molestó cuando declaré a el Popular que ella me había echado de la casa.
—¿Y sus amigos qué le dicen?
—Me ven y se burlan. Me dicen, “Tu Muni está en segunda”. Pero yo con la frente en alto, porque volverá...
—¿Este descenso es igual o más doloroso que los de 1968, 2000 o el 2006?
—Este duele más, teníamos buen equipo, dimos pelea en el Apertura, pero por mal manejo dirigencial se perdieron puntos y se fueron jugadores. Pese a ello, los que se quedaron dieron ejemplo de vergüenza deportiva y lucharon por no descender.
—¿Teme que Municipal desaparezca?
—Eso no va suceder. Rezo y lloro para que se solucionen las cosas y mi Municipal no desaparezca. En Liga 2 tendré que ir a los partidos, incluido a los de provincia para alentarlos. Como dije antes, deseo morir en la tribuna alentado a la Academia.
—¿Qué le diría al presidente Olcese?
—Que no siga mudo. Por qué no habló con los socios e hinchas que querían ayudar. Había gente desinteresada que quiso apoyar al equipo, pero no respondía los mensajes.
—Gracias, don Víctor.
—A ti, sobrino, y a el Popular por darme tribuna en este doloroso momento. Muni tiene que volver, es la Academia, es el club más querido.