Tras perder Manchester City la final ante Chelsea, se vuelve hablar de la maldición post Barcelona de Pep Guardiiola en la Champions League. Tras 10 años de su último logro con el Barza, ni con Bayern Múnich, ni con City ha podido levantar la Orejona.
El técnico español se le recordará la final de la Champions de Oporto como un fracaso, por llevar sin ganar la máxima competición continental diez años y por no haber guiado en cinco temporadas al título al Manchester City.
Se le recordarán los millones gastados y la inversión en futbolistas y se le arengará con el éxito del otros, sin reparar en el suyo propio. Porque lo primero que hizo Guardiola al entrar a rueda de prensa fue recordar que ha sido una extraordinaria temporada para el City.
Una campaña en la que Guardiola descifró el fútbol de la pandemia y en apenas unos meses pasó de ser el décimo de la tabla en Inglaterra a ganar el título, su tercera Premier League, con tres jornadas de adelanto y sin ningún rival real. No se le recordará que durante muchos momentos del año se habló en Mánchester de un cuarteto de títulos histórico, del que solo le apartó Thomas Tuchel y su pizarra.
Tuvo que ser el Chelsea el que evitara el pleno, porque el equipo celeste ya había ganado la Copa de la Liga, con tremenda superioridad al Tottenham Hotspur en la final. Solo el Chelsea le frenó en las semifinales de la FA Cup y luego, a partido único, le pegó la bofetada de la Champions.
Lo advertía Kevin De Bruyne en la previa. "Si ganamos, héroes; si no, seremos casi un fracaso". Y así recordará parte del mundo la histórica temporada del City, la de su primera final de la Champions, algo inconcebible en 1999 cuando estaban en la Tercera división del fútbol inglés. La temporada del mejor equipo defensivo de la Premier, de los 21 partidos seguidos ganados, de la despedida de Sergio Agüero, de la llegada de Rúben Dias, del despegue de Phil Foden.
Se ha vuelto costumbre en el fútbol recibir la medalla de plata y quitársela al instante, como despreciando el segundo puesto. Cuando Guardiola tuvo que pasar por delante del título que le es esquivo desde 2011 y le colgaron la medalla, no la apartó. La besó. Y mientras los jugadores del Chelsea se regocijaban con su trofeo, él caminaba por el campo, cabizbajo, pero con la medalla al cuello, orgulloso de un segundo puesto que no es un fracaso.
Porque si salir a dos títulos por temporada y rozar la Champions es fracasar. Todos querrán fracasar como Guardiola.
Pep Guardiola, aseguró que para ser la primera final de la Liga de Campeones que disputa, su equipo jugó un buen partido.
"Hemos jugado 62 partidos. Estamos tristes, tenemos que aprender de esto. La temporada fue excepcional. Lo hemos dado todo y no hemos podido ganar, pero volveremos más fuertes", dijo el técnico español en rueda de prensa.
"Es el Chelsea, no podemos crear más ocasiones. No es fácil. Para ser la primera final, jugamos un buen partido. Mostramos mucho coraje y lo dimos todo. Los voy a felicitar por la gran temporada y por el gran partido que jugamos hoy", añadió.
Sobre su decisión de dejar fuera de la alineación titular a un medio centro defensivo como Fernandinho y a Rodri, Guardiola apuntó que eligió lo mejor que pudo.
"Como contra el Lyon, contra el Dortmund, el PSG... Nos costó romper líneas en la primera mitad, en la segunda estuvimos mejor. Ellos hicieron el gol, nos costó defender su balones largos. Necesitas inspiración y en los momentos que nos acercamos no conseguimos el gol. Competimos perfectamente contra ellos. Merecimos marcar un gol, pero no lo logramos", señaló.
"Es un sueño para nosotros estar aquí aunque no ganemos. Ojalá podamos volver", agregó.
El técnico español no quiso oír hablar de la próxima temporada ni de posibles fichajes en el mercado veraniego."No puedo pensar ahora en la siguiente temporada", apostilló.
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