Pedrito Ruiz, hoy de 73 años, militó en Defensor Lima, Juan Aurich, Sporting Cristal y Unión Huaral, donde hizo sus mejores campañas logrando un subtítulo (1974) y un título (1976).
"Pedrito", como le dicen sus amigos, era fino en su juego y especialista en goles de tiro libre, por lo cual formó parte de la selección que ganó la Copa América en 1975.
No pocas veces fue tentado por equipos del extranjero, pero nunca se pudo sacar de encima el temor a viajar en avión y se quedó en el país haciendo historia. Hoy, desde su retiro, trabaja en su tierra, Huaral, descubriendo nuevos futbolistas.
¿De qué lugar eres y cómo empezó tu acercamiento al fútbol?
Soy de Huaral, del barrio de 2 de Mayo. Desde los 5 años iba a los entrenamientos de Universitario en Lima para ver a mis hermanos mayores Daniel (es el segundo goleador de la ‘U’, después de Lolo Fernández) y Jaime. Ahí vi a Toto Terry, Angel Uribe, Monín Salas...
¿Cuáles fueron tus primeros topes?
Empecé jugando por las distintas cooperativas de Huaral y lo hacía sin zapatos, hasta la edad de 11 años, por qué a los 12 empecé a jugar en tercera, luego segunda y primera en el Amador del Solar, de la hacienda Esquivel.
Y luego apareces en Defensor Lima...
Sí. Reforcé al Oscar Beckemeyer en un partido con el Defensor Lima de Puchito Oliva, Pinocho Urrunaga, Jota Jota Avalos, y terminamos 3-3. Yo hice los tres goles de mi equipo, era delantero y me contrató Defensor en 1967.
Estuviste en ese equipo de ensueño de los Carasucias, de 1972.
Claro, con el magnate Banchero Rossi, quien contrató a Rubén Correa, Nicolás Fuentes, Pedro Gonzales, José Fernández, Roberto Challe y Enrique Cassaretto, de la “U”, y a los argentinos Pedro Alexis Gónzalez, Converti, Néstor Verderi y Miguel Angel Tojo. Además, teníamos a Julio Meléndez, José Navarro, Eladio Reyes, Patrulla Barbadillo.
Pero es en Unión Huaral donde destacas sobre el resto.
Sí. Una vez le hice un gol de 40 metros a Caíco Gonzales Ganoza y le malogré la posibilidad de superar el récord de imbatibilidad de Horacio Ballesteros.
¿Cuál fue el secreto para los tiros libres?
Haber jugado en mis inicios sin zapatos, le pegaba con los tres dedos, empeine, parte externa y la metía.
¿Es verdad que no te gustaba hacer trabajos físicos?
Reconozco que era poco de entrenar, daba vueltas en el campo con la pelota, pero me quedaba practicando tiros libres, penales, corners. Pero tenía físico para moverme en distintos frentes del ataque.
Dices que comenzaste como delantero, pero casi todos te conocemos como volante.
Al inicio de mi carrera era delantero, pero el técnico argentino Manuel Giúdice me dijo que era muy ralo (57 kilos) y que después de cada partido terminaría en el hospital, por eso me dijo que baje unos metros atrás y cómo tenía técnica para habilitar a mis compañeros me iría mejor. Así fue, por eso el eterno agradecimiento a él, que me quería como a su hijo.
Muchos siempre se preguntan por qué Pedrito Ruiz con las condiciones que tenía no jugó en un grande de Sudamérica.
Hubo ofertas del Peñarol y del River Plate, pero los rechacé, preferí quedarme en Unión Huaral.
¿Por qué?
Uno de los principales motivos que no jugué en el exterior es que tenía miedo a viajar en avión. Cuando viajaba en avión con Cristal y la selección lo hacía dormido, tomaba unas pastillas.
¿Y por qué nace ese miedo?
En un viaje a Cajamarca casi se cae el avión, pero gracias a Dios, el piloto realizó una maniobra espectacular y pudo aterrizar. Como íbamos sin cinturón terminamos desparramados en el suelo.
¿A qué edad se retiró?
A los 40 años, pero aún estaba entero. Decidí dedicarme a ser entrenador primero de menores, luego de equipos de Barranca y Huarmey, pero lo dejé.
¿Qué pasó?
Es que el fútbol se iba degradando con dirigentes que apoyaban indisciplinas de los jugadores.
¿Qué hizo después?
Gracias a Dios, los alcaldes de Huaral me dan trabajo y ya llevo catorce años sacando nuevos talentos.
Periodista de Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Vivo con el deporte y me gusta la música.