Gran gesto. Cienciano demostró ser un club con un enorme corazón al llevar regalos y ayuda humanitaria a los niños del VRAEM que con este acto de desprendimiento pasarán una Navidad diferente.
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A través de su administrador, Sergio Ludeña, el cuadro cusqueño llegó hasta la zona de Mazamari en Satipo, Junín y luego apoyó a los niños de las comunidades indígenas de Pichari (Otari, Sankiroshi, Marontoari, Pitirinquini, Obayeri, Memirini y Yebanashien) en la provincia de Concepción, Cusco.
La labor social de Cienciano se mantiene con los niños del Perú en esta Navidad y muy pronto se realizará conjuntamente con los embajadores deportivos del club: los jugadores campeones de la Copa Sudamericana 2003.
“Realizar una labor de esta naturaleza, aportando un granito de arena, es importante porque son niños que están muy lejos de la ciudad y que mayor alegría de arrancarles una sonrisa”, indicó Sergio Ludeña.
“Quiero agradecer a las Fuerzas Armadas por esta iniciativa de llevar apoyo a los niños del VRAEM junto con las empresas privadas. Queremos como club Cienciano, brindarle un reconocimiento por su valor, valentía y coraje al defender nuestra patria en esta zona del país", prosiguió.
“Hace poco nos reunimos con los jugadores campeones de la Copa Sudamericana 2003 a quienes reconocemos y valoramos lo hecho por el club y queremos realizar lo mismo con un trabajo sostenido que nos permita estar en los primeros lugares”, agregó Ludeña.
“Como lo dijimos al finalizar el campeonato, lo importante este año era salvar la categoría y lo hicimos y por dos goles nos quedamos en clasificar a una Copa Sudamericana, pero no existe el casi, así que el 2021 esperamos que sea mejor”, finalizó.