Vino a Perú en 1997 por recomendación de Julio César Balerio al Pesquero de Chimbote y desde ese momento no se fue más de nuestro país.
Hoy, 23 años después, Gustavo Roverano (53), uruguayo nacionalizado peruano, hace un pequeño repaso de sus vivencias en el fútbol local, algo de afuera, y equipos, compañeros, colegas.
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Entre todos, una muy especial. El 2003, fue campeón con Alianza Lima y a la vez subcampeón con Cristal. Es curioso, pero sucedió.
“El empresario Omar Medina, allá por 1997, me habló de Alianza Atlético de Sullana, pero no estaba confirmado. Luego me llama Julio César Balerio y me dice que Pesquero necesitaba arquero, me dijo que era una buena institución, un equipo sólido, y le hice caso”, recordó Roverano en el programa Entre patas.
Ya conocía el Perú, pues en 1996 vine con el Central Español para jugar unos amistosos, pero era diferente venir a jugar que a jugar y vivir. Pesquero era una linda institución con un gran complejo con campo y gimnasio.
En ese grupo también estaba Claudio Pizarro.
En esa época lo que me llamó la atención de Claudio es que con sus 18 años ya tenía un grado de profesionalismo. Terminábamos de entrenar y nos encontrábamos en el gimnasio. Ya se veía que era otra “cabecita”.
¿Ya lo vislumbrabas como el crack que llegó a ser en Alemania?
Te soy sincero, no. Ahora es muy fácil decir, pues no pintaba para ser un fenómeno, había jugadores de más calidad, pero no quiere decir que era un mal futbolista. El camino que lo llevó hasta donde llegó fue por el profesionalismo sumado a su talento. Algo muy distinto con Farfán.
¿Cómo que distinto?
Cuando la Foquita estaba en juveniles se veía que sería un fenómeno. A los 16 años tenía una potencia diferente.
Luego pasas a Alianza. Hasta ahora el hincha recuerda el título del 2001 en Cusco y el penal atajado al Colo Zapata.
El Colo Zapata, en Uruguay, no tenía la característica de patear al mismo lugar y en ese instante era adivinar dónde lo haría. En la primera final le marcó de penal a Flores, entonces dije que si en la segunda final, que yo atajo, hay un penal, no cambiará de lugar y así fue.
¿Qué recuerdos de ese grupo?
En ese título tiene mucho mérito el grupo. Veníamos de un Torneo Clausura donde quedamos antepenúltimos con varios cambios de entrenador y el técnico de divisiones menores, el español Bernabé Herraez, se hizo cargo del equipo en la final. Y fue adicional campeonar en el año del centenario el 2001.
El 2003 y 2004 fueron dos años que también te marcan.
El 2003 no terminó el torneo por la huelga de futbolistas y nos dieron ganador del Clausura. Fuimos campeones. Y en enero del 2004 me fui a Cristal, que lo correcto es decir que es el equipo que me acogió luego de que me botó Alianza, y ese mismo mes fue la final del torneo 2003 que había sido suspendido por la huelga, entonces juego la final por Cristal, que perdió y quedamos subcampeones. Es decir, pasó algo sui generis, fui campeón y subcampeón a la vez en una temporada.
¿Alianza no respetó tu contrato?
El 2004 ellos quisieron que renegociara mi contrato y que me baje el sueldo, pero dije que no. En esa época no ganaba mucho en Alianza, es más, el 2002 renové con menos plata que el año anterior que fuimos campeones.
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¿Le ganaste un juicio?
Me dieron un documento de mi despido del club, eso lo presenté a la Agremiación y fue el primer caso que se ganó.
Tuviste la ocasión de estar en una selección uruguaya Sub-20.
Yo regalaba un proceso porque no tenía 19 años, sino 17. Tuve la ocasión de jugar con Ruben Sosa, también con Coquito Rodríguez, Alfonso Domínguez, el Pollo Daniel Vidal, quienes luego fueron campeones de la Libertadores con Peñarol en 1987.
¿En ese sudamericano Sub-20 había arqueros de gran trayectoria?
En ese sudamericano estaba en Brasil Claudio Taffarel, y en Paraguay, José Luis Chilavert.
¿El jugador peruano ahora es más profesional?
A pesar de todo lo que se ve en la televisión, donde algunos no cumplen los protocolos en plena pandemia, veo que ha cambiado, es más profesional, se alimentan mejor, tiene un personal training.