El "Chasqui" Retamoso cuenta su experiencia en la selección peruana: “Yo vivía en la Videna”

El Chasqui está de vuelta. Edwin Retamoso desempolvó los chimpunes a los 38 años para volver al fútbol y con Unión Huaral para cumplir el sueño de ascender a Primera división.

Retamoso señaló que, a pesar de haber dejado las canchas por dos años, se siente físicamente bien y muy motivado de jugar la Liga 2 con el cuadro naranjero.

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El jugador de Abancay estuvo en la selección entre el 2011 y 2016 y tiene muy buenos recuerdos, los compañeros y la Copa América del 2015, cuando Perú logró el tercer lugar con Gareca como DT.

—¿Cómo se da tu regreso al fútbol?

—Por el interés de Unión Huaral. Ya desde el año pasado, cuando estaba entrenando en Cienciano, el profesor Duilio Cisneros me quería en Huaral, pero por algunos temas no se concretó. Hoy, gracias a Dios, puedo cumplir ese sueño.

—¿Se te hizo difícil tomar la decisión?

—No, estoy muy motivado con esta decisión y mi familia lo entiende. Lo hemos conversado mucho y ahora estoy a la espera de que se inicie la Liga 2.

—¿Qué objetivos piensas cumplir con Unión Huaral?

—Quiero ascender a Primera división. Unión Huaral es un equipo histórico del fútbol peruano y es momento de que regrese a Primera.

—¿Extrañabas jugar?

—Claro. Estuve entrenando todos los días y eso me hizo sentir vivo, me hizo sentir que tenía que volver a jugar.

—¿Con 38 años crees que la puedes hacer?

—Por supuesto. Recién los he cumplido y siento que estoy bien físicamente. Confío mucho en lo que pueda aportar al equipo.

—¿Cuántos años piensas jugar?

—Quiero ascender con Huaral, jugar un año en Primera y luego retirarme.

—¿Cómo está el FC Retamoso? ¿Desaparecerá con tu vuelta al fútbol?

—No, pero será complicado que juegue sino se reinicia la Copa Perú. Teníamos un proyecto de jugar el torneo con los chicos de nuestra escuela, pero todo quedó en pausa.

LA SELECCIÓN Y PIZARRO

—¿Te sientes satisfecho con lo hecho en la selección?

—Sí. Estuve desde el 2011 hasta el 2016, pero igual uno no es conformista y creo que pude hacer algo más. En general fue positivo porque venía de jugar Copa Perú y debutar en la profesional a los 26 años.

—¿Qué recuerdos tienes de Claudio Pizarro?

—Los mejores. Es un gran profesional. Siempre hablaba con él, teníamos mucha afinidad.

—¿Qué momento te quedó marcado?

—Cuando llegué en el 2011 a la selección y Claudio se me acercó a preguntarme cómo me sentía y cómo me había tratado la gente. Esos detalles te marcan para toda la vida. Yo lo valoro y aprendo de ello.

—¿Con quién concentrabas en la selección?

—Con varios. Primero con Willian Chiroque y luego con Irven Ávila y Jhoel Herrera.

—¿Cómo era esa concentración con Chiroque?

—Nos quedábamos todo el tiempo en la Videna, vivíamos ahí porque no teníamos familiares en Lima. Por ahí íbamos a dar una vuelta nada más.

—¿Chiroque es tan tranquilo como aparentaba?

—Como persona el enano era muy cargoso, era muy bromista. Lo fastidiábamos con su dejo para bajarlo. Le decíamos “trancuilo, viejo, trancuilo, viejo” (risas), pero es una buena persona.

—¿Y cómo jugador?

—El enano era muy rápido, no sabías para dónde iba a salir. Era chiquito y parecía que lo ibas a agarrar, pero no lo agarrabas. Era muy inteligente, sabía de sus fortalezas.

—¿Te comunicas con él hasta ahora?

—No hablo con él, pero sé que está en Piura y tiene negocios. Con quién hablo es con Julio García. Él me dio la bienvenida en Cienciano y me marcó mucho porque aprendí a ser un buen líder.

—¿Cómo fue tu paso por Cienciano?

—Llegué en el 2010, en la etapa más difícil del club, cuando nadie cobraba y todos los jugadores se iban. A pesar de ser complicada, fue bonita la experiencia porque el sentimiento creció más.

—¿Todavía te siguen debiendo?

—Sí, pero ese es un tema que lo ve la Agremiación. Lo importante es que todos apoyamos para evitar que el equipo descienda.

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