Pisa fuerte. Real Madrid derrotó 3-1 al Eibar y sigue en la pelea por el título de La Liga. Los merengues sumaron 59 puntos y se pusieron a dos del líder Barcelona que en la víspera superó 4-0 al Mallorca.
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Del imponente Santiago Bernabéu se pasó al sonido de pájaros entre las voces de los futbolistas en el pequeño estadio Alfredo Di Stéfano. La nueva vida del Real Madrid caminó entre la extrañeza de un nuevo escenario, la falta de ritmo que por momentos daba tintes de amistoso al partido y la pegada demoledora inexistente antes de la paralización del torneo por el coronavirus.
Todo se le ponía en contra al Eibar nada más al arrancar. En la primera de Eden Hazard, el balón le llegó a Karim Benzema que remató y el rechazo le cayó a Toni Kroos que la colocó en el ángulo (4’).
El partido estaba abierto hasta que el Real Madrid vio la posibilidad de correr y hacer pagar al Eibar su filosofía.
En media hora solo había pisado área rival en una ocasión y la segunda fue gracias a un robo de Sergio Ramos que se lanzó con velocidad al ataque para calmar su ansia de gol. De golpe enterró la falta de movilidad, encontró a Benzema caído al costado izquierdo para dejar espacios a Eden Hazard que entró en escena para regalar el gol al capitán (30’).
Siete minutos después, Marcelo pondría el 3-0 y liquidaría el encuentro a falta del segundo tiempo.
El resultado, la falta de ritmo de competición y la vista en el calendario hizo que el Real Madrid regulara en el complemento. Eso lo aprovechó el Eibar para descontar y soñar con la remontada.
De rebote, tras un disparo de De Blasis y un mal despeje de Benzema, el balón golpeó en la espalda de Pedro Bigas y se le coló por las piernas de Courtois (3-1).
El cambio de cara que metió Zinedine Zidane con la entrada de Gareth Bale y Vinicius no surgió efecto. La vista ya estaba en los compromisos inmediatos ante un Eibar que ve acercarse a dos puntos el abismo.