
Pese a que River Plate y Boca Juniors expresaron su descontento con jugar la segunda final de la Copa Libertadores en Madrid, Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, ratificó que el superclásico del fútbol argentino se jugará en el Santiago Benabéu el 9 de diciembre (2:30 p.m. hora peruana).
“Si hay algo que tengo seguro es que el juego se va a hacer en Madrid, eso es irreversible", manifestó Domínguez.
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El titular del balompié sudamericano indicó que no tuvo contacto con Rodolfo D'Onofrio, presidente de River Plate, en las últimas horas pero aclaró que "su palabra y la de Daniel Angelici (presidente de Boca Juniors) es que se va a jugar y la palabra, para mí, vale".
Domínguez argumentó la principal razón por qué se eligió a Madrid para sea sede de la final de la Copa Libertadores. "España es el país en el que más argentinos viven fuera de su territorio. Hay más de 350 mil y la mayoría está en Madrid. Siendo un país neutral, era ideal para este juego", puntualizó.
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