Con toda la suerte del mundo. Los jugadores de Francia, finalistas de Rusia 2018, señalaron que su gran campaña en Rusia se debe al gran momento de sus principales figuras y sobre todo a un curioso ritual que realizan antes de cada partido.
A diferencia de la Francia que salió campeón en 1998 donde Laurent Blanc solía besar la calva de Fabien Barthez como cábala, la generación de ahora encontró un nuevo talismán en el bigote del defensor Adil Rami.
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El autor intelectual de dicha superstición fue Kylian Mbappé. El joven delantero francés toca el mostacho de Rami antes de saltar al terreno de juego.
Lo hizo en los octavos de final contra Argentina (donde marcó un doblete) y luego alentó al delantero Antoine Griezmann para que hiciera lo mismo en los cuartos de final contra Uruguay. ¿El resultado?: “Grizi” anotó el segundo gol del partido y fue nombrado MVP del encuentro.
“Trae buena suerte, lo hice antes de los otros partidos y lo haré antes de la final”, comentó Griezmann.
Rami, defensa del Olympique de Marsella y portador de este curioso imán del triunfo, también tuvo algo que decir al respecto.
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"Ahora son como cinco o seis compañeros que me tocan el vello facial antes de los partidos", indicó.
"Con la final a puertas mis compañeros me han pedido que me cuide la barba y la tenga más suave”, prosiguió.
Adil Rami nació el 27 de diciembre de 1985 en Bastia, Francia, y no ha disputado ningún minuto de Rusia 2018.
Sin embargo, si su selección queda campeona del mundo, de seguro le van a poner un busto, así como el de Cristiano Ronaldo, a su bigote.
Ese pedazo de cabello que le devolvió la gloria mundial a su país, veinte años después.La moustache est ✅ #FRA #FiersdetreBleus #FRABEL pic.twitter.com/pyrIsp7awv
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