Messi es humano. Por eso y tras consumarse la victoria 3-1 del Manchester City sobre el Barcelona la 'pulga' estuvo a punto de agarrarse a golpes con un miembro del comando técnico de Pep Guardiola.
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Cuando sonó el pitazo final, Messi muy molesto se dirigió al vestuario del estadio y se percató de la celebración efusiva de todo el comando técnico del City.
Celebración que lo tomó como una ofensa y trató de hacer justicia por sus propias manos.
Según reflejan todos los medios de España, Messi le gritó: "Bobo, vení acá y da la cara" y lo esperó a la salida del vestuario.
Leo fue acompañado por Carles Nadal, delegado del club, en una actitud más pacifista. En ese momento, salió el "Kun", que logró tranquilizarlo.
En las charlas con los medios, ningún jugador quiso hablar del incidente, aunque las declaraciones de Agüero confirmaron que sucedió. "He escuchado algo. Vi a Leo enojado pero yo llegué último. No sé qué pasó".
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