
Nicole Vásquez CubaFotos: César BuenoAldo Olcese llegó a una etapa de su vida en la que decidió colgar los chimpunes y, afirma, que ahora le toca divertirse fuera de las canchas.Es que si bien quiere convertirse en entrenador y ya tiene algunos proyectos en mente, le toca dedicarse, de momento al menos, a la otra “profesión” que le gusta y que postergó mucho tiempo: “chancletero”.
–¿Fue muy difícil tomar la decisión de retirarte?
—Bueno, desde principios de este año anuncié que este era mi última temporada como futbolista. Era algo que ya tenía pensado.—¿Cómo lo tomó tu familia?—Mis hijas fueron las que más se sorprendieron con la noticia. Pero la menor (Alessia de 5 años) es la más feliz porque dice que ahora voy a estar más tiempo con ella.–O sea, te la vas a pasar viendo Frozen y los cuentos de las princesas de Disney...—Sí, es más, el segundo día (después del partido de despedida) ya me atrapó con una película en casa, nos la pasamos toda la tarde comiendo canchita y viendo dibujos. Imagino que así me la pasaré de ahora en adelante con mis hijas.–Tendrás tus tardes chancleteras...—Sí, y yo feliz. Soy muy pegado a mis hijas.COSAS DEL CORAZÓN–¿Son hinchas del Muni?—Claro que sí, sino las desheredo, ellas ya saben.
–Bueno, entonces es por coacción y no por convicción...—(Risas) No, no tanto así, en el último partido estuvieron con la Banda del Basurero alentando.–¿Cuáles son sus edades?
—La mayor se llama Estefanía y tiene 19 años, ya está en la universidad; la siguiente es Valeria, de 18, ella viajó a España a terminar sus estudios. Luego siguen Daniella (14) y Silvita con 13, ellas dos están en el colegio y a veces las recogemos. Se quieren bastante con Alessia, en realidad, todas se quieren bastante.–¿Alguna tiene novio?—La mayor acaba de terminar con su chico.–Para suerte tuya...—No, no, lo único de malo es que el chico era hincha del Boys, entonces yo lo estuve mirando raro.–¿Cómo te preparaste para tantas mujeres en tu vida?—No me preparé, pero es lo que me tocó (risas). En realidad a mí me gustan mucho los niños y que sean mujercitas me agrada porque son muy pegadas a mí y me quieren mucho. A mí me dicen chancletero, pero yo soy recontra feliz de tener cinco hermosas hijas.–¿Eres celoso?—Para nada.
–¿Alguno de los chicos de Municipal se atrevió a preguntarte por tus hijas?—Ninguno, pero, ojo, no es que tenga problemas con eso ¡ah!, solo que no sé si sabrán que tengo cinco hijas (risas).
–¿Y tus hijitas están prohibidas de salir con futbolistas?—No, mientras las repeten, todo bien.
–¿Y si les toca un “Churrito”?—Bueno, el ser tramposo no es exclusivo de los futbolistas. Estoy seguro de que hay muchos periodistas tramposos también, solo que no están tan expuestos como nosotros.SE VA SATISFECHO–¿Qué significó cerrar esta etapa de tu vida en Municipal?—Mucho, no solo para mí, sino también para mi papá, él me hizo hincha de Municipal y ha seguido toda la campaña por internet porque está en España, es recontra hincha. Para mí significa muchísimo cerrar el año dejando al equipo en un torneo internacional, son cosas que uno sueña y he tenido la suerte de cumplirlo.–¿Te preparaste emocionalmente para este partido?—Sí, este partido sabía que iba a ser importante y difícil, me tuve que preparar mucho en lo emocional porque no quería llorar. Así que me preparé para estar calmado y recibir el cariño y lo conseguí porque lo disfruté.–Te aguantaste como los machos...—Sí, me aguanté como los machos. ¡Tuve que!... (risas)... En realidad yo lloro fácilmente pero me contuve.–Cuando hablas con los más chicos, ¿qué les recomiendas?—Fabricio Sierra es el técnico de la reserva del Muni, él me llevó un par de veces a compartir experiencias y lo primero que les dije es que se deben sentir identificados con el equipo y luego me puse como mal ejemplo por las cosas malas que hice y que no deben repetir.–¿Te arrepientes de algo?—Yo tengo bien claro que si hubiera sido más profesional en el tema de cuidado personal, alimentación, vitaminas, en descansar mis horas, creo que hubiera sido mejor futbolista o hubiera tenido más oportunidad en la selección, pero no lo hice y eso puede ser algo de lo que me puedo arrepentir.–¿La mala cabeza también influyó para que salieras poco al extranjero?—Jugué en Bélgica, estuve por allá dos años, pero nuevamente mi mala cabeza me llevó a regresar antes de tiempo. Tenía contrato por 4 años y me iba bien, solo que de inmaduro, rebelde, discutí con el técnico y tuve que salir, y eso es algo de lo que también me arrepiento.EL FUTURO–¿Qué sigue en esta nueva etapa?—Además de mis hijas, intentaré seguir ligado al fútbol. Ya terminé mi carrera como entrenador y estoy esperando que la gente de Municipal me diga si me quedo en alguna categoría y si no intentaré buscar un camino por otro lado. Estoy abriendo una academia por San Martín de Porres.
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