Cuando el árbitro dio por concluido el partido, Franco Navarro se abrazó con su asistente, Leo Rojas, y gritó: “Tarea cumplida”.Ya luego desfogó toda su bronca. “Toda una semana estuvieron hablando de las finales que perdí. Pero les digo a esas personas que ser campeón no me cambia nada. Ahora solo queda disfrutar”.“Me siento orgulloso, agradecido con este grupo, después de los 15 minutos fuimos superiores y creemos que ganamos con toda autoridad”, añadió el técnico campeón del Torneo del Inca.
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