Man Bok Park: "Si Natalia no tuviera carácter no serviría”

A él, cómo no, le hubiera gustado también que las matadorcitas regresen con una medalla. No es de salir a la calle, festejar y gritar sus emociones. Pero aplaude, y de pie, el esfuerzo, el sacrifico, el talento y el amor a la camiseta rojiblanca.Porque él, Man Bok Park, es peruano desde hace mucho tiempo. Aplaude al equipo de Natalia Málaga, a ella su pupila antigua, y afirma que ella precisamente en unos años más será la entrenadora de la selección de mayores y reverdecerá los logros obtenidos en la década de los 80.—¿Cómo califica la actuación de la selección de menores?—Muy buena, aunque me dolió la derrota ante China. Cuando íbamos ganando todos soñábamos con un segundo puesto, pero nos quedamos por un punto. No pudimos pasar su bloqueo y se perdió.—¿Por qué se perdió ante China?—Por falta de definición. Cuando el marcador estaba 15-15 se sacó dos veces afuera. Las chicas no estaban concentradas. Miraban a todos lados menos al campo.—¿Qué debió hacer o decir Natalia?—Faltó que ordenara sacar la pelota a otro lado. No tuvimos suerte y China sí, porque luego de dos sets abajo pudo levantarse.—¿Es bueno o exagerado el recibimiento que tuvo el equipo?—Bueno. Los hinchas han querido agradecer de esa manera el esfuerzo y sacrificio que demostraron estas chicas.—¿Cuánto futuro tiene este equipo?—Mucho, pero la mayoría tiene entre 16 y 17 años y aún son muy jóvenes para integrar una selección adulta.—¿Qué jugadoras le han llamado la atención?—La morenita Ángela Leyva y Luciana del Valle, tienen un gran futuro, pero necesitan más y más entrenamiento. Si siguen así en tres años podrán ingresar a la selección de mayores.—¿Algún concepto de Ángela Leyva?—Estuvo espectacular en el ataque. Cuando mete esos mates en diagonal no la para nadie. Realizó un excelente torneo y tiene bien merecido el título de mejor atacante del mundo.—¿Este Mundial le hizo recordar la campaña de Seúl 88?—Un poco, pero es totalmente diferente. Estas chicas son muy jóvenes y en Seúl tenía un equipo cuajado en el que  estaba la misma Natalia y eran más altas.—¿Qué opina del desempeño de Natalia como entrenadora?—Me parece que lo está haciendo bien. Tiene un gran futuro y de aquí a cuatro años puede hacer una gran campaña en las Olimpiadas.—¿Esta Natalia es igual a la que tenía como jugadora?—Sí, cuando la tenía a mi cargo se sacaba la mugre entrenando y a veces salía llorando. Siempre habló fuerte conmigo (risas) y eso le ayudó mucho para aprender y enseñarle ahora a sus jugadoras.—¿Qué tiene que mejorar?—Algunas cosas, pero veo que trabaja muy fuerte con su equipo.—¿Exagera con el carácter?—No, yo la veo bien. Un entrenador que no tiene carácter no sirve. Es bueno que abra la boca para corregir los errores, pero también es necesario un poco de calma. Hasta lo que sé, las chicas están caminando bien.—¿Y con los gritos, los ajos y cebollas?—Los gritos son un recurso. Si ves que una jugadora no se mueve le tienes que gritar. Todos en algún momento gritan y si es para conseguir logros está bien.—¿Es importante la disciplina en el vóley?—Sí, es más que importante. Estas chicas están creciendo y en cinco años darán frutos en la selección adulta.—¿Conversa seguido con Natalia?—Con todos los entrenadores converso una vez por semana y cuando se acerca una competencia lo hago cuatro o cinco veces.—¿Natalia puede dirigir la selección de mayores?—Sí, tiene buena edad y podría dirigirla hasta los 60 años. Estas competencias le ayudarán a madurar. Ella puede darle al vóley el sitio que nunca debió perder.