Si te encuentras aquí es porque eres un fan de “El juego del calamar”, la serie surcoreana número uno de Netflix que muchos ya terminaron de ver. Por eso, este artículo buscará explicarte el mensaje del capítulo final que está en boca de todos.
Antes de empezar, vayamos por un resumen: la serie se trata de 456 participantes adictos a las apuestas, con vidas condenadas al fracaso y muerte económica; estas personas son invitadas a participar de un juego para cambiar su destino y quien gane se lleva el premio mayor (45.600 millones de wones). Y la competencia se trata de juegos infantiles coreanos. Una locura.
Seong Gi-Hun, un hombre con más pena que gloria se ve sucumbido en el mundo de las apuestas, desempleado y mantenido por su madre.
Y su historia está más triste que de costumbre, porque su hija está a punto de viajar a Estados Unidos para comenzar una nueva vida con su madre y su padrastro, por lo que -aunque ya se había retirado- acepta volver al macabro juego.
Los sobrevivientes superaron el quinto juego del “Puente de cristal” (episodio 7), quedando solo Lee Jung-jae, Sang Woo y Kang Sae-Byeok. Empero, la competidora se encuentra herida. Y la disputa pasa entre Lee y Sang Woo, evidenciando así que la amistad que algún día tuvieron ya no existe más.
Por cosas de la vida los concursantes 418 y 456 llegan a la última contienda “Un día de suerte”, el capítulo 9. Y el juego escogido es precisamente el del calamar.
Seong y Sang Woo protagonizan una candente pelea que fue la tensión del episodio. No obstante, Lee es declarado ganador. Y al quedarse con el dinero, Lee es arrojado a la pista con una tarjeta en la boca, y solo retiró 10 mil wones, la cantidad que siempre pedía prestado.
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