
Durante las misiones espaciales de larga duración, los astronautas ya no contarán con el apoyo médico inmediato desde la Tierra. Existe una demora frecuente entre las comunicaciones desde la nave espacial hacia la base terrestre; este tiempo puede tardar hasta unos 45 minutos para obtener una respuesta certera.
Ante esta situación, la NASA, junto a Google, han desarrollado un asistente médico digital con inteligencia artificial. La creación de esta tecnología forma parte del programa Artemisa, donde la agencia espacial estadounidense busca inaugurar una nueva etapa de exploración.

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Inicialmente, esta tecnología consiste en la creación de un prototipo de sistema de apoyo clínico (CDSS), denominado Crew Medical Officer Digital Assistant. El sistema de IA cumpliría como una herramienta de diagnóstico y tratamiento automático para la tripulación a bordo, lo que ayudaría eficazmente a solucionar problemas de salud sin la necesidad de consultar con la base terrestre.

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Google adaptó el sistema con bibliografía médica relacionada a vuelos espaciales; esta emplea una combinación de procesamiento de lenguaje natural junto a técnicas avanzadas de aprendizaje automático. De esta manera, la IA puede brindar un análisis detallado y en tiempo real sobre la salud y la estabilidad de los astronautas, otorgando diagnósticos y recomendaciones en caso de una lesión u enfermedad.
¿Cómo entrenaron a la IA para cumplir sus funciones médicas?
Durante los primeros ensayos, Crew Medical Officer Digital Assistant dio resultados positivos, lo que alentó a continuar con el proyecto. El modelo consiguió emitir diagnósticos confiables de síntomas reportados por los usuarios. Una maravilla de la tecnología. Actualmente, con el fin de brindar un diagnóstico médico más preciso, la NASA y Google se encuentran trabajando con un grupo de especialistas médicos.
La creación de esta tecnología no solo sería únicamente para misiones espaciales. El simple hecho de desarrollar un asistente médico independiente representa una ventaja para los entornos terrestres, donde el acceso a los programas de salud es limitado o simplemente no existe. Esto abarca desde las bases en la Antártida o comunidades rurales, quienes podrían aprovechar al máximo este innovador sistema de salud.
Periodista especializada en ciencia, tecnología y salud. Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en El Popular, interesada en temas relacionados con estudios científicos, eventos astronómicos, hallazgos y más.