¡Abandono total! Velatorio policial de Comas inaugurado en 2023 jamás funcionó y está a punto de colapsar

Lo que se presentó como un homenaje a los agentes caídos de la Policía Nacional terminó convirtiéndose en uno de los mayores escándalos de infraestructura en Lima Norte. El velatorio policial de Santa Luzmila, en Comas, inaugurado en diciembre de 2023 con presencia de altos mandos y promesas de modernidad, permanece cerrado y con un futuro incierto.

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El proyecto, financiado por el Fondo de Apoyo Funerario (Fonafun), costó más de S/7.5 millones y fue adjudicado al consorcio Santa Luzmila, integrado por Grupo Constructor Lau S.R.L. y Fernando Paredes Caihuacas. La obra incluía ocho salas de servicio, capilla, estacionamientos y oficinas distribuidas en tres pisos. Sin embargo, menos de dos años después, no ha recibido ni un solo velorio y ha sido declarado en “alto riesgo de colapso”.

Un “elefante blanco” en el norte de Lima

Quienes visitan el recinto se encuentran con bancas levantadas, pisos rajados, polvo acumulado y hasta una imagen religiosa cubierta con bolsas plásticas. Según informes técnicos, la construcción presenta errores desde los cimientos, lo que hace inviable cualquier tipo de reforzamiento.

Vecinos y exagentes califican el inmueble como un “elefante blanco” que simboliza el mal manejo de los fondos públicos. Para los especialistas, la única alternativa es la demolición, pues la estructura nunca cumplió las condiciones mínimas de seguridad.

Investigaciones por corrupción

El caso cobró mayor relevancia tras las declaraciones de Jorge Hernández Fernández, alias “El Español”, quien afirmó que parte del presupuesto del velatorio habría terminado en sobornos a altos mandos policiales. Entre los mencionados figuran el excomandante general Raúl Alfaro y el coronel Rafael Sánchez Charcape, entonces jefe del Fonafun y firmante del contrato.

Mientras Sánchez Charcape rechaza las acusaciones, la Fiscalía mantiene abiertas las investigaciones sobre el uso de los fondos y la posible red de corrupción detrás de la obra.

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¿Qué pasará con el velatorio?

Aunque el alcalde de Comas, Ulises Villegas, confirmó que el recinto cuenta con licencia municipal, las puertas siguen cerradas. La Policía Nacional no brinda servicios en el lugar, dejando en el aire el destino de un espacio que debió servir para despedir a sus propios efectivos.

Los aportantes al Fonafun denuncian que el dinero que debía rendir homenaje a los policías fallecidos terminó en una construcción abandonada e inutilizable. Hasta hoy, el consorcio Santa Luzmila no ha dado explicaciones ni asumido responsabilidad.

El velatorio de Comas es el reflejo de una obra millonaria que nunca cumplió su propósito y que ahora simboliza, para muchos, el costo de la corrupción y la negligencia en la gestión pública.