
El Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) publicó este martes el proyecto de Decreto Supremo que modificará el sistema de subsidios cruzados en el servicio de agua potable y saneamiento, aplicados por la Superintendencia Nacional de Servicios y Saneamiento (Sunass).
La medida, sustentada en el Decreto Legislativo 1620 y oficializada mediante la Resolución Ministerial N° 215-2025-VIVIENDA, plantea cambios en la metodología para calcular la tasa de interés (WACC) de las inversiones de las empresas prestadoras de servicios (EPS). Sin embargo, el cambio más importante está en el rediseño de los subsidios: ya no serán generalizados, sino que se enfocarán únicamente en usuarios en situación de pobreza y vulnerabilidad.

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Hasta hoy, casi toda la población recibía algún tipo de subsidio cruzado en su recibo de agua, independientemente de su nivel socioeconómico. Bajo este esquema, tanto familias de bajos ingresos como hogares de zonas acomodadas como San Isidro o La Molina recibían apoyo estatal, incluso cuando su consumo era elevado debido a jardines, piscinas u otros usos suntuarios.
Con la nueva metodología, este modelo será reemplazado:

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El incremento tarifario será gradual y se aplicará a partir de 2027, bajo supervisión de Sunass. Según el documento, los aumentos no serán abruptos, sino que se implementarán en dos periodos regulatorios consecutivos. En caso de revisiones excepcionales, el alza se prorrateará de acuerdo al tiempo restante.
Además, el MVCS impondrá a Sunass una nueva metodología para calcular la fórmula tarifaria, que reconocerá una mayor tasa de interés (WACC) en las inversiones de las EPS, lo que se traducirá en tarifas más altas para los usuarios con consumos elevados.
El Ministerio argumenta que la medida responde a la persistente brecha en cobertura y calidad del agua potable y alcantarillado. De acuerdo con la ENAPRES 2024:
El suministro también enfrenta problemas de continuidad y calidad: el promedio nacional es de 17,3 horas diarias, pero un tercio de usuarios recibe menos de 10 horas, y el 64.5% no accede a agua con el nivel de cloro adecuado.
El dinero recaudado será canalizado al Fondo de Inversión Agua Segura (FIAS), encargado de financiar proyectos de ampliación y modernización de los servicios de saneamiento, así como reducir brechas de acceso.
La Sunass deberá garantizar que los subsidios cruzados continúen, pero aplicados con criterios de equidad, priorizando a familias en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Si bien el presupuesto para el sector ha aumentado en los últimos años, la ejecución presupuestal sigue siendo baja. Según Videnza Consultores, en la última década solo se ejecutó en promedio el 66,7% del presupuesto asignado, con una marcada diferencia entre gasto corriente (86,9%) y gasto de capital (62,4%).
El informe advierte que el foco está mal orientado: se priorizan obras nuevas, mientras que el mantenimiento de redes apenas recibe el 0,5% del gasto total. Esta falta de inversión en sostenibilidad pone en riesgo la continuidad del servicio, especialmente en áreas rurales, donde el gasto per cápita es más alto pero no se traduce en mejoras efectivas.
Periodista especializada en actualidad y tendencias. Bachiller en Periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Redactora en Popular. Interesada en temas relacionados con actualidad nacional e internacional, virales en tendencia y más.