
Algunos crímenes marcan a un país para siempre. En el caso del Perú, pocos casos han dejado una huella tan profunda como el asesinato de Luis Banchero Rossi, un empresario cuya vida terminó abruptamente hace más de cinco décadas. A pesar del tiempo, su tumba en el cementerio El Ángel, en Barrios Altos, sigue recibiendo flores a diario, como si su historia aún resonara entre los vivos.
Banchero, nacido en una familia de origen italiano, estudió ingeniería química en la Universidad Nacional de Trujillo, pero su ambición lo llevó por otros caminos: se convirtió en una de las figuras más influyentes del sector pesquero durante los años 50. Fundó la empresa Florida e ingresó al mundo editorial al crear los diarios Correo y Ojo.
Sin embargo, su ascendente carrera se vio interrumpida por un crimen que estremeció al país y hasta hoy deja más preguntas que respuestas. ¿Quién ordenó su asesinato? ¿Por qué alguien querría eliminar a uno de los empresarios más exitosos del Perú?
El Perú arrancó el año 1972 con una noticia estremecedora: fue hallado en su casa el cuerpo del empresario Luis Banchero Rossi. Estaba atado, con múltiples puñaladas y golpes en el rostro. El crimen sacudió al país entero.
Aunque el caso fue resuelto con la confesión de Juan Vilca Carranza, joven hijo del jardinero, muchos nunca creyeron la versión oficial. Vilca era un muchacho de baja estatura y complexión delgada, lo que despertó serias dudas sobre si realmente actuó solo. La sospecha de que hubo algo más siempre estuvo presente.
Eugenia Sessarego y Juan Vilca involucrado en la muerte de Luis Banchero Rossi
Las sospechas también cayeron en Eugenia Sessarego, secretaria de Banchero, quien dijo tener un romance con el empresario. Pasó cinco años en prisión antes de recibir un indulto, mientras que Vilca estuvo dos décadas tras las rejas. Ambos desaparecieron de la vida pública tras recuperar su libertad.
Periodista especializada en temas sobre actualidad, policiales e internacionales. Egresada de la Universidad Jaime Bausate y Meza que forma parte del Grupo La República desde el 2017 en marcas como La República y Wapa.