El dueño del hotel incendiado el pasado 19 de enero en la Plaza San Martín, César Vladimir Passalacqua Olivera dijo que demandará al Estado Peruano y a la Policía por el siniestro que según afirma se produjo por una bomba lacrimógena que cayó en el techo y debido al humo del mismo impidió que los trabajadores actúen de forma rápida.
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Passalacqua Olivera, relató que el día del incidente, sus colaboradores subieron a las plantas altas para resguardarse de los gases lacrimógenos que comenzaban a ingresar desde la calle, lugar donde la policía y los manifestantes se estaban enfrentando. “Obviamente, era una bomba lacrimógena porque no era la primera vez que experimento. No era una ni dos, eran más porque había demasiado gas”, dijo.
Asimismo, contó que sus trabajadores bajaron al segundo piso para resguardarse del humo, pero no tuvo resultado ya que comenzaron a tener problemas para respirar por lo que decidieron salir del edificio. Una vez fuera, uno de los trabajadores de César le avisó que había iniciado un incendio en la parte más alta de la estructura.
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“El miró hacia arriba y dijo ‘hay llamas arriba, se está incendiando arriba’ y todos miramos sorprendidos. Él fue el primero que subió”, relató.
“Las llamas eran muy fuertes... Yo quise tirar el extinguidor, pero estaba asfixiado, no miraba; empecé a vomitar, tuve un traspié y mi amigo me dijo ‘no, esto ya es inevitable, el fuego ya no da, ya no lo vamos a poder apagar con estos extintores, vámonos’, y con dificultad bajamos”, expresó para La Encerrona.
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