Sebastián Munide, un joven de 22 años de edad que estudia la carrera de Administración, fue el primero en recibir su almuerzo especial de fin de año y fue condecorado como el “gusano legendario de la UNMSM”. Asimismo, contó que se encontraba acampando por dos días para poder obtener este mérito entre los docentes como compañeros.
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“Estoy muy contento, esta experiencia es increíble, pero también siento un poco de pena porque mis compañeros no pudieron venir. Les dedico todo esto, lo voy a compartir con ustedes [...] Ya más de 24 horas he estado despierto, estuve desde el día de ayer (27 de diciembre) a las 9:00 de la mañana”, mencionó el muchacho a La República.
“Yo llegué a la universidad por un primer proyecto, tenía tareas e iba a recoger la carapa de una amiga que me iba a prestar, al final me di cuenta que no había nadie en la cola, aunque los rumores decían otra cosa, ni bien me instalé a los dos minutos comenzaron a llegar los otros estudiantes, creo que fue suerte o casualidad de la vida”, agregó.
El sanmarquino ya había pasado anteriormente del almuerzo, pero por temas de tiempo no pudo ganar nada. “Ayer tuve un examen teórico y exposición, lo tuve que dar en la puerta 1. Le agradezco a mi profesora por haberme entendido con el tema de la conectividad, estuve cuidando que no se escuche mucho el ruido”.
“Algunos dicen que el almuerzo es solo recibir un pollo, un poco de comida y no hay nada especial en eso, pero se siente igual a pasar un examen de admisión de San Marcos, es el proceso, es algo que no te lo esperas, es un momento de escape de las pruebas, de lo que estas te generan, hay mucha confraternidad y lo extrañábamos porque durante el COVID-19 no hubo”, aseveró.
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