Durante la Navidad, decenas de personas acudieron a la pileta de Agua Dulce en Chorrillos y lo usaron como piscina pública, pese al peligro de contraer enfermedades por no contar con las condiciones de salubridad.
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Según se pudo ver en las redes sociales a la pileta ingresaban niños y adultos mayores. Además, comenzaron a ensuciar el lugar con platos descartables, pañales usaros y botellas de plástico.
Como se sabe, esta no es la primera vez que bañistas acuden a la playa de Chorrillos y usan la pileta de Agua Dulce como piscina. Ya la Municipalidad ha advertido que el agua que se usa en la piscina no es apta para el público.
De acuerdo con el abogado Daniel Granda Pastor la pileta no puede ser considerada un espacio público ya que ese no es su objetivo y la Municipalidad puede clausurarlo y evitar su ingreso.
“La pileta es un tema de ornato, no tiene destino de piscina. La Municipalidad puede prohibir este tipo de cosas para cuidar un elemento de la comunidad que está destinado al ornato, el embellecimiento de la comunidad”, dijo en RPP.
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“Un ejemplo es el de la pileta de la Plaza de Armas de Lima. No puedes meterte ahí y bañarte, porque está prohibido y por un tema de cultura. La propia Municipalidad pone inspectores para proteger su ornato”, mencionó.
Por su parte, el sociólogo Javier Díaz-Albertini, menciona que lo ocurrido en la pileta de Agua Dulce revela que Chorrillos necesidad de más espacios públicos. “La cuestión no es que esté bien o mal, sino que hay una demanda ciudadana. Es verano, estamos en vacaciones escolares y la gente quiere refrescarse. ¿Cómo solucionamos eso?”.
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