La vida no vale nada. Gran conmoción y preocupación a causado a todo Trujillo la muerte de dos jóvenes en un solo día a manos de delincuentes quienes les arrebataron la vida a balazos. La policía maneja la hipótesis de que uno de los occisos habría sido ultimado por un ajuste de cuentas.
La primera víctima fue identificado como Anderson Jordan Culquitante Natividad, un joven de 23 años que asistió a una fiesta en la parte alta de La Esperanza, donde se encontraba disfrutando con sus amigos y que al salir del mismo fue atacado a balazos por dos sujetos.
Según información de la policía, Anderson Culquitante fue intervenido en junio. Era acusado de integrar la banda que secuestró al hijo de un empresario de transportes, pero luego fue liberado. El jefe de la Policía en La Libertad indicó que por la modalidad empleada se trataría de un ajuste de cuentas.
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Horas más tarde, Jhon Velásquez Reyes, de 28 años también perdería la vida a manos del hampa en el asentamiento humano Los Laureles, en el distrito El Porvenir que fue atacado mientras bebía licor junto a unos amigos cerca de un local de Cuna Más.
Se supo que Jhon fue llevado aun con vida a un hospital cercano pero no resistió los cuatro impactos de bala que recibió y falleció en el camino. En esta región, en lo que va del año se registraron 179 muertes violentas.
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