La historia no contada de la pareja de esposos que falleció junto a su pequeño hijo y familia en Cusco

Rossevelt Nieto Cisneros y Mayumi Quispe se casaron el pasado 13 de agosto en la Catedral Prelaticia de Sicuani en Cusco, tras esto, realizaron una fiesta festiva con todos los familiares de ambos, tres días después, como si se tratase de una película de terror, ambos junto a su pequeño hijo, la madre y otros familiares del esposo fallecieron en un accidente de tránsito.

¿Qué se sabe de la pareja?

El accidente que enlutó a toda una familia se registró el último martes 16, cuando el vehículo en el que viajaban impactó de manera frontal contra un trailer que circulaba por la ruta Sicuani-Marangani en la comunidad de Chectuyoc. El vehículo de carga pesada, de placa D8Z-855, era conducido por Rodolfo Mango Mayta (49) e iba con dirección a Juliaca; mientras que la unidad de placa X3M-398 se dirigía de Ocobamba hacia Sicuani.

Asimismo, se sabe que la mamá del occiso, Doña Julia Cisneros Vega (62) viajó junto a su hija Johana Katherine Nieto Cisneros (32), y sus dos nietos de 8 y 10 años a la boda, asimismo también acudió a las celebraciones su tío José Cisneros Huerta. Todos ellos también fallecieron en el accidente de tránsito.

Rossevelt y su familia eran originarios del centro poblado de Colcas, provincia de Huari, Áncash. A su madre, hermana, sobrinos y tío les demandó varias horas de viaje para llegar a su encuentro y participar de su boda. Asimismo, se conoció que su padre, Fortunato Nieto, falleció en enero de 2021.

Se conoce que Johana Nieto y sus dos pequeños sobrevivieron al impacto inicial del choque pero fallecieron cuando eran trasladados al Hospital Alfredo Callo Rodríguez de Sicuani.

Dos días después, para el jueves 18 de agosto, mientras los féretros de Roosevelt, su esposa Mayumi y su hijo Maxwell recorrían las calles de Sicuani, donde otros familiares y ciudadanos les daban el último adiós, su madre, su hermana y sus otros familiares retornaban a Áncash en ataúdes; cumpliendo así un largo viaje de más de 35 horas hasta llegar a Huari para el descanso eterno en un camposanto.