Una mujer de 32 años falleció luego de ir a un consultorio médico de la Perla, en el Callao, cuando se realizaba una liposucción abdominal. En ese sentido, la operación comenzó en horas de las mañana del pasado 17 de agosto; sin embargo, horas después la fémina se descompensó.
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Ante ello, fue llevada de urgencia al hospital Cayetano Heredia, donde el personal confirmó el descenso. No obstante, el caso no terminó allí porque luego, de una investigación, se capturó a los dos médicos que se encargaron de la operación y que podrían ser imputados por homicidio.
Los dos médicos fueron identificados como Mario Fernando Pucatay (45) y Rómulo Henry Álvarez Zúñiga (32), quienes son los presunto autores del delito contra la vida, el cuerpo y la salud (homicidio culposo). Ambos fueron arrestados en el consultorio ubicado en la av. Pacífico 096, urbanización Altamar, La Perla. Si los especialistas son encontrados culpables de mala praxis, podrían pasar entre 8 y 25 años en prisión.
Cabe señalar que la intervención quirúrgica se realizó a las diez de la mañana del miércoles último. La mujer, quien conocía a uno de los médicos que la iba a operar, llegó dos horas antes al establecimiento para someterse a la liposucción, cuya duración sería de cuatro horas. Sin embargo, no salió con vida del quirófano pese a que, según sus familiares, estaba en buen estado de salud. Días antes, la fémina se había realizado los estudios médicos correspondientes.
Además, a las cuatro de la tarde, el suboficial de Sanidad PNP Silupu Peña, que estaba de servicio en el hospital Cayetano Heredia, comunicó el ingreso de la víctima. El agente explicó que los médicos de turno solo se limitaron a certificar el deceso. La investigación fue asumida de inmediato por agentes de la División de Homicidios, a cargo del coronel Víctor Revoredo.
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Asimismo, los investigadores confirmaron que desde la mañana la mujer había sido sometida a la liposucción. La paciente, sin embargo, sufrió una descompensación. Trataron de reanimarla, pero al no poder estabilizarla, la trasladaron al establecimiento de salud, lugar en el que nada se pudo hacer por salvarle la vida.
Por su parte, el personal encargado de las pesquisas fue al consultorio donde se realizó la operación y constataron que dicho local no contaba con licencia de funcionamiento ni tampoco con autorización de la Dirección Regional de Salud Callao. Asimismo, no tiene una sala de cirugía ni equipo idóneo.
Tras ello, los médicos Mario Pucatay y Rómulo Álvarez fueron trasladados a la División de Homicidios de la Dirincri. Ambos iban a cobrar US$ 2.000 por la intervención.
La PNP busca determinar si el “título de cirujano” habilitaba a los especialistas para realizar este tipo prácticas estéticas. Según trascendió, uno de ellos tendría denuncias previas de otros pacientes y en otras investigaciones se constató que el consultorio médico no estaba habilitado por ninguna red de salud.
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