La historia del niño venezolano golpeado, supuestamente, en un colegio de Puente Piedra dio un giro de 180 grados el último viernes. Y es que un extenso reportaje del Semanario Hildebrant en sus Trece reveló que la madre del escolar, Saraí Yanela Alvarado Hernández, creó una historia falsa de xenofobia para lucrar.
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Este viernes de 13 mayo, bajo el título “Arepa de Mentiras”, el medio peruano contó que el escolar venezolano Jhoangel no era víctima de bullying en el colegio Víctor Raúl Haya de la Torre 5167 de Puente Piedra.
El pasado jueves 21 de abril hubo un jaloneo entre el hijo de Saraí Alvarado y su compañero de clase, pero no pasó a mayores como para causar un esguince cervical y derrame cerebral. El motivo de este enfrentamiento fue porque Jhoangel reportó la tardanza de su presunto agresor.
Según el Semanario de Hildebrandt en sus Trece, aquel día, Jhoangel hizo clases de educación física. Al día siguiente, viernes, el niño fue a sus clases con normalidad, lo mismo que el lunes y martes de la semana siguiente. Sin embargo, no fue hasta el miércoles 27 de abril, 6 días después, que el escolar venezolano no asistió a clases.
Tras la ausencia del menor, la tutora se comunicó con Saraí Alvarado, quien le informó que su hijo estaba en el hospital por una golpiza que recibió en el colegio. La tutora reportó el caso al director del plantel escolar Carlos Negrete.
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El director activó los protocolos para este tipo de situaciones y se comunicó con la madre para informarle que debían redactar un acta de lo sucedido y sentar la denuncia en la comisaría, algo que Saraí Alvarado quiso evitar a toda costa.
Según la versión del director, al ver que la madre se negó a realizar la denuncia, él decidió hacerlo a la comisaría de Zapallal y fue ahí que Saraí Alvarado comenzó a extorsionarlo, pidiendo una suma de 6 mil soles, además de amenazarlo con convertir esto en un caso mediático.
Tras la negativa del director, la madre hizo público el caso como bullying y xenofobia en la televisión, lo que trajo como consecuencia la indignación de ciudadanos y de entidades como la Defensoría del Perú y el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Además del pronunciamiento de la Embajada de Venezuela en Perú y hasta del propio Nicolás Maduro.
Saraí Alvarado y sus compatriotas comenzaron a pedir ayuda social para los supuestos gastos de salud de su hijo. Las donaciones llegaron a las cuentas de la madre, quien aseguraba que su hijo tenía derrame cerebral, y que tres hospitales no atendían debidamente a su hijo.
Cabe señalar que Jhoangel sí fue al hospital y le diagnosticaron un esguince cervical, una lesión muy común en accidentes de tránsito.
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La madre venezolana continuó insistiendo que su hijo tenía derrame cerebral y que los hospitales le daban un mal diagnóstico. La Defensoría del Pueblo tras darse cuenta de las contradicciones de Saraí Alvarado, la madre optó por no seguir contestando las llamadas.
Los padres de familia pidieron a las autoridades investigar al entorno familiar, pues señalaban al padrastro de Jhoangel como el verdadero agresor, ya que anteriormente se presentó al colegio con un palo.
En tanto, la investigación continúa en la Primera Fiscalía Provincial de Familia de Puente Piedra.
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