Entre la oscuridad de la noche y las sombras cómplices de los faroles del pasaje Sarratea, en Breña, el mandatario, Pedro Castillo, fue captado acudiendo, casi a escondidas, a la casa que despachaba en sus primeros días de presidencia.
Pero no es todo, pese a la advertencia del Ministerio Púbico, de no despachar fuera de Palacio de Gobierno o sin un control de transparencia, el mandatario fue visto en reiteradas veces en el llamado bunker de Perú Libre.
Lo grave es que, según una investigación de Cuarto Poder, Karelim López Arredondo, asesora de una empresa que ganó una buena pro de un contrato por S/232.5 millones de Provías Descentralizado, también acudió en los últimos días a la casa de Breña.
Cabe mencionar que el Consorcio Puente Tarata III, integrado por una compañía a la que asesora López, obtuvo la adjudicación en octubre último, después de que ella visitó tres veces los despachos de Pedro Castillo y Bruno Pacheco, exsecretario presidencial.
La buena pro fue para la “construcción del puente vehicular Tarata sobre el río Huallaga”, en San Martín. Cuarto Poder hablo con López, quien aseguró tener una amistad con Bruno Pacheco, pero negó conocer al jefe de Estado.
Por su parte, Castillo respondió ante las dudas de corrupción y aseguró que “no avaló ningún favorecimiento a ninguna empresa ni persona”.
“Como jefe de Estado, no avalo ningún favorecimiento a ninguna empresa ni persona en particular. Exhorto a las autoridades a que, si hubiese pruebas de algún indicio de corrupción durante mi gestión, realicen su trabajo para esclarecer los hechos bajo el marco de la ley”, publicó en Twitter, este domingo 28.
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