Finalizado los 10 años de gobierno autoritario, Alberto Fujimori mantuvo sus intenciones de continuar en Palacio de Gobierno y decidió postular nuevamente en una fraudulenta re-reelección que le permitía continuar con sus planes de perpetuarse en el poder. Esto, hasta que se difundió el primer video Kouri - Montesinos, donde se evidenciaba el oscuro movimiento del régimen fujimontesinista que tuvo el respaldo de gran sector del empresariado peruano y el apoyo de los medios de comunicación.
Respecto a esto último, el reconocido periodista peruano Edmundo Cruz publicó un artículo que recuerda uno de los pasajes más siniestros en las que caminó Fujimori Fujimori para sentarse en el sillón presidencial durante cinco años más.
A través de su entonces asesor Vladimiro Montesinos Torres, la dictadura buscaba inclinar la balanza en la opinión pública y no tuvo mejor idea que hablar con José Francisco Crousillat Carreño, quien entonces era representante de uno de los medios más importantes del país: América Televisión.
A solo meses de llegar al año 2000, en noviembre de 1999, Montesinos Torres, quien sería llamado como "El Contratacante" y Crousillat Carreño, como "El Canal", -para mantener la clandestinidad- firmarían un oscuro contrato que buscarían la impunidad a como de lugar. Según recuerda Cruz, en aquel escrito, firmado por ambos, establecía una serie de cláusulas que el hombre de confianza de Fujimori dispuso para llevar a cabo el plan que más adelante llevaría a los Crousillat a prisión.
"En el documento solo se menciona que se evita dar con su identidad 'por razones estrictamente de confidencialidad'. Y se agrega que esta omisión 'no enerva el valor legal de este documento'”, escribe el periodista que dio a conocer el caso a través de La República.
El oficio, cuya vigencia fue fijada desde el 7 de noviembre de 1999 al 9 de abril de 2000, dispuso que América Televisión “recibirá la suma de un millón quinientos mil dólares americanos (US$ 1’500,00.00), monto que le será entregado dentro de los cuatro primeros días hábiles de cada mes y por el cual se firmará el recibo pertinente”.
Además de ello, establecía las obligaciones del medio de comunicación a cambio de la millonaria suma, con el único objetivo de asegurar la nueva elección de Alberto Fujimori y, a la vez, la impunidad. Estas fueron las siguientes:
Asimismo, existen términos en el contrato que condicionaban la dirección de cada programa periodistico del canal:
Como se recuerda, Laura en América, conducido por la abogada Laura Bozzo, también fue utilizada para dar publicidad al ahora reo en la Diroes. "Durante cada emisión del Programa “Laura en América”, “El Contratante” dispondrá del tiempo que sea necesario para desarrollar los contenidos que estime conveniente", señala el contrato.
Además, Montesinos dejó reglas estrictas para controlar las opiniones de quienes eran contratados por el medio; el cual debía “responder por las declaraciones que emita su personal a través de otros medios informativos, televisivos o radiales que no sigan los lineamientos del presente contrato”, indicaba la cuarta cláusula.
“‘El Contratante’ podrá ejercer durante la vigencia de este contrato, el derecho de veto sobre la participación de cualquier comentarista o periodista del canal”, decía la octava cláusula que evidenciaba el sometimiento del canal al catalogado como el séptimo presidente más corrupto del mundo.
Finalmente, por este contrato, José Francisco Crousillat y su padre José Enrique Crousillat, fueron sentenciados por la venta de la línea editorial de Canal 4 América Televisión al régimen dictatorial de Fujimori y Montesinos.
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